En la gestión de cualquier gobernante, a cualquier nivel, siempre debe primar el interés general y la determinación de establecer las prioridades en cada momento. No es este el caso de Moreno Bonilla. En este tiempo en el que nos encontramos, la pandemia y sus efectos deberían ocupar casi por completo la atención del presidente de la Junta de Andalucía, pero hasta ahora ha preferido dedicarse a mirar para otro lado a la hora de adoptar medidas y soluciones, a engordar la lista de ocurrencias a las que nos tiene acostumbrados y a insistir en su permanente confrontación con el Gobierno de España. Sin embargo, lo peor de Moreno Bonilla es que ni está en la gestión del presente ni tampoco en la del futuro más inmediato. No refuerza la sanidad, no atiende a los sectores afectados por la pandemia, no reactiva la obra pública y sigue sin preparar a Andalucía para salir de la crisis económica. Los presupuestos de 2021 para Almería, elaborados por el PP y Ciudadanos, nos situaron- ya lo advertimos- a la cola de las inversiones al no contemplar ninguna gran obra prioritaria para la provincia, a pesar del amplio catálogo de proyectos y actuaciones que heredó el actual gobierno de las derechas del anterior Ejecutivo de Susana Díaz. Entre esas infraestructuras claves para Almería se encuentran el Edificio de Consultas Externas del Hospital de Torrecárdenas, retrasado sine die, la instalación de un PET-TAC para la atención de los enfermos de cáncer o el segundo hospital del Poniente. En ese cajón del olvido de Moreno Bonilla también ha caído el acceso norte a Almería, un proyecto que resulta prioritario para acompasarlo con el que el Gobierno de España licitará este mismo año para enlazar la autovía A-92 con la A-7. Los almerienses, los vecinos y vecinas de Viator y toda la provincia, esperan que el Gobierno andaluz cumpla con su parte para descongestionar esa zona y sumar un nuevo enlace directo con la capital, pero para ello ha de comprometerse ya en la licitación de las obras y en los fondos para llevarla a cabo. Está a tiempo de rectificar y destinar fondos andaluces, que los hay, o los que vendrán de Europa, para ejecutar esta vital infraestructura en un acto de resarcimiento y de compromiso con los almerienses. Después de dos años en blanco del Gobierno andaluz ya nos va tocando.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios