Libertad Quijotesca

Puerta del Sol

En la Puerta del Sol renovamos las posibilidades de aprender de lo vivido y las esperanzas por el porvenir.

La Puerta del Sol de Madrid es el lugar donde todos los españoles, como dice la canción de Mecano, nos reunimos una vez al año para hacer algo a la vez. Pasa el tiempo, llegan las dificultades. Sean las que sean no pierdo la esperanza de que los españoles dejemos de dar la espalda y coces a nuestra historia. Tradicionalmente, despedimos el final de cada año, y damos la bienvenida al inicio del nuevo, al son de las campanadas del reloj más famoso del país, tomando doce uvas doradas. Imposible no recordar las parras de Almería, fotografías evocadoras de los afanes de las labores de la uva de mesa, y los barriles preparados para la exportación en el puerto… Volvamos a Madrid. La historia de la plaza más conocida de España se inició en el siglo XVIII con la construcción de la Real Casa de Correos (1760-1768) obra del arquitecto francés Jacques Marquet (Paris, 1710-1782) Edificio de estilo neoclásico, con planta rectangular articulada en torno a dos patios interiores cuadrados y porticados. Actual sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Destaca la combinación de materiales, piedra caliza blanca de las canterías de Colmenar de Oreja, ladrillo de la ribera del Jarama y hierro labrado en el balcón. La obra escultórica se debe al maestro jienense Antonio Primo (Andújar, 1735-1798) que fue uno de los primeros alumnos de la Academia de San Fernando. El reloj de la Puerta del Sol fue donado en 1865 por el relojero José Rodríguez Losada (León, 1797-Londres, 1870) militar liberal exiliado en la capital del Támesis. Su polifacética vida es apasionante y tristemente poco conocida. Estableció su negocio en el número 105 de Regent Street, cuya trastienda era punto de encuentro y célebre tertulia de exiliados españoles, como el militar carlista Ramón Cabrera, Zorrilla o el general Prim. Autor del reloj de la catedral de Málaga, sus obras están consideradas auténticas joyas, buscadas por anticuarios y coleccionistas. Losada aparece en los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós. José Zorrilla le dedicó el poema Una repetición de Losada (1861) En su libro de memorias Recuerdos del tiempo viejo, cuenta la conspiración en la que se vieron envueltos su padre y el relojero leones. Queridos lectores, que en el nuevo año la pandemia, el sectarismo y la mentira, no marquen las horas de nuestro tiempo. La libertad es vivir responsablemente, no para temerla.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios