La firma del protocolo de intenciones entre la Autoridad Portuaria, la Fundación Bahía Almeriport y el Ayuntamiento de Almería para desarrollar un área comercial y de ocio entre San Miguel y la terminal de pasajeros del Puerto, es sin duda, un hecho muy relevante, pues este área debe convertirse en un revulsivo para el turismo, el ocio y el comercio. Una vez que la parte institucional ha alcanzado un acuerdo sobre el que trabajar, llega la hora de que los almerienses decidan cómo quieren utilizar esos espacios públicos, y el momento, desde luego, de que el Ayuntamiento no defraude y cumpla con las expectativas que se están generando en torno al proyecto.

Partimos de dos premisas fundamentales: Almería tiene que acabar con las barreras físicas y psicológicas que separan a los ciudadanos del mar, y el equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento tiene que entender el proyecto como un pilar dentro de una estrategia global de desarrollo de la ciudad, en la que participe de forma real y efectiva toda la sociedad. Debemos recordar que el éxito de la operación radica en que avancemos hacia una capital más preparada y atractiva para el momento en que llegue el Puerto-Ciudad, y que esto no se va a producir por generación espontánea, sino a través del trabajo riguroso y constante. Los socialistas siempre hemos reivindicado un Plan Estratégico para Almería que marque los objetivos hacia los que queremos avanzar y los logros que queremos conseguir.

En cambio, el gobierno municipal del Partido Popular nunca se han preocupado por abordarlo en sus años de mandato municipal hasta que, fruto de nuestro empeño, el actual alcalde ha terminado por asumirlo y pretende empezar a hacerlo en 2017, no sin antes tener que acabar con las críticas injustificadas a nuestra propuesta que salían de las filas del PP.

Por ello, el equipo de gobierno municipal debe tener presente que el Puerto-Ciudad va a ser un elemento clave pero, lógicamente, no será el único que determine el futuro de Almería y sus habitantes, pues de nada serviría volcar todos los esfuerzos del mundo en recuperar y abrir el frente litoral a la ciudadanía si no dedica suficiente atención al resto de la ciudad y, especialmente, a los sectores que tienen que convertirla en el referente de capital al que todos aspiramos.