Desde mi experiencia

José Miguel Ponce

¡Quiero cambiar de trabajo!

He visto a muchas personas sufrir y llegar incluso a deteriorar o romper sus relaciones de pareja, por motivos de trabajo

¡quiero cambiar de trabajo! Quien decía esto era Cristina. Me la encontré por casualidad. Había sido alumna mía hacía años, en la Licenciatura en Ciencias Económicas y Empresariales. Cristina era muy buena estudiante. Trabajadora, con iniciativa, responsable y sobre todo era muy creativa. Enseguida tuvo claro su proyecto profesional. Se decidió por trabajar en el mundo de la Publicidad, le hacía mucha ilusión, sentía que trabajar en Publicidad la haría muy feliz. Me dijo que después de mucho esfuerzo, por fin había logrado su sueño: era responsable de una línea de negocio, con cuentas de clientes importantes. Entonces, le pregunté que por qué quería cambiar de trabajo. El motivo estaba claro: ¡quería formar una familia y tener hijos! Se había dado cuenta, que todo no era compatible. Su actual empleo le ocupaba demasiado tiempo, llegaba muy tarde a casa, cansada sin ganas de nada. Lo había pensado mucho. Tenía que cambiar de trabajo, aunque fuera otro empleo que no le hiciera tanta ilusión. Aunque estuviéramos en crisis y eso aumentaba la dificultad de encontrar un nuevo empleo. Necesitaba desarrollar su proyecto de vida. Eso era lo que realmente le hacía feliz. El problema estaba claro. había logrado el trabajo de sus sueños, pero así no podría vivir la conciliación. Pero ¿qué es la conciliación? Considero, que, por experiencia de otros casos, la conciliación es la situación de vida en la que existe armonía entre vida profesional, familiar y personal. Esto quiere decir, que no deben existir tensiones ni enfrentamientos entre las diferentes dimensiones de la conciliación. La vida familiar es, en mi opinión, prioritaria sobre la vida profesional y personal. Cada dimensión ha de tener autonomía, es verdad. Sin embargo, no resulta coherente que, como ocurre con frecuencia, la vida profesional, el proyecto profesional se desarrolle sin tener en cuenta el proyecto de vida, que se encuentra centrado en la vida familiar. Como esto que digo no es frecuente, me gustaría saber tu opinión. ¡Anímate! Te contestaré encantado Con los años, he visto a muchas personas sufrir y llegar incluso a deteriorar o romper sus relaciones de pareja, por motivos de trabajo. Cuando se antepone el trabajo a la familia, se busca el éxito, triunfar, disfrutar con una vida de relaciones profesionales y otras actitudes, que no suelen ser compatibles con el valor de la familia para el desarrollo equilibrado y la vida lograda de la persona. En la familia, se nos quiere por lo que somos y no por lo que hacemos o tenemos. La «nula» flexibilidad horaria, el «mobbing maternal» o presión laboral a las trabajadoras embarazadas, la falta de incentivos en forma de ayudas públicas y la baja implantación de la jornada son algunas de las razones que explican que la conciliación sigue siendo una utopía en España.

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