El callejón del gato

Quin Torra

El peligro está en la CUP cuyos votos son un disolvente eficaz contra el pegamento, si se diera el caso

Se llama Quim Torra, me refiero al genio que ha designado Puigdemont para que le sustituya en la tarea de convertir Cataluña en un paraíso; hasta el día de hoy un perfecto desconocido a pesar de pertenecer a una raza que supera a cuantas habitan en el universo. Su vida la ha dedicado al estudio de las diferencias que nos separan a los españoles de los verdaderos catalanes, aquellos cuya sangre no se ha contaminado con sangre de los invasores que se han instalado en Cataluña. Tras laboriosas investigaciones científicas ha descubierto que los españoles somos vagos, locos, sinvergüenzas, inmorales, expoliadores, en definitiva de una raza inferior, todos los españoles sin excepción alguna, desde Severo Ochoa hasta Juan Ramón Jiménez, a los que inexplicablemente la Academia Sueca les concedió el Premio Nóbel, de medicina al primero y de literatura al segundo. Unos laureles que hasta la fecha no ha tenido a bien otorgar a él Quim Torra, que bien merecido los tiene por partida doble. El de medicina por los descubrimientos de las diferencias que separan el cuerpo y el cerebro de los españoles, del cuerpo y el cerebro de los catalanes puros, y el de literatura por el arte que se gasta a la hora de redactar sus sabias conclusiones. Nadie mejor que él para que Puigdemónt le haya otorgado su confianza a la hora de nombrar a la persona que lo represente en Cataluña. Lo único que se ha reservado Puigdemont es el despacho presidencial y es natural. Por mucha fidelidad que haya entre señor y vasallo, lo que nunca se debe ceder es el sillón y eso Puigdemont que, a su vez lo recibió de Artur Más, lo sabe de buena tinta. Los sillones bien remunerados son como si tuvieran Pegamento Imedio y una vez que uno se sienta en un sillón, se le queda pegado al culo y la fidelidad corre el riesgo de irse al carajo. El peligro está en la CUP cuyos votos son un disolvente eficaz contra el pegamento, si se diera el caso. Con Artur Más ya lo utilizaron y ahora están a la expectativa. De momento van a facilitar el nombramiento de Torra con la abstención, que es una manera de colaborar con la derecha independentista haciendo como que no se colabora. Vamos que para los efectos es como si votaran a favor. Pero eso sí, la sartén, con cuatro diputados, la tienen cogida por el mango. Y a Quim Torra cogido por los cataplines: si declara la independencia unilateral puede correr la misma suerte que su patrón, y si no la declara sacan el disolvente.

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