Graderío

Ramón Gómez-Vivancos García

Recital de despropósitos de Arconada

DESPUÉS de la injusta expulsión de Guilherme, no pude dejar de acordarme del encuentro de la pasada temporada en el Ruiz de Lopera frente al Betis. En aquel partido, Negredo adelantó al Almería al transformar uno de esos penaltis que no se suelen señalar. Transcurridos unos minutos se aplicó esa leonina y no escrita Ley de la Compensación, a través de la cual se comete un doble error, siendo por ella expulsado injustamente Acasiete. O sea, un comienzo casi idéntico al de ayer. Es evidente que todo ello condicionó el resto del partido, pero no es lo mismo tener como rival a un gran equipo, o a un Osasuna que quizás sea el conjunto más limitado técnicamente de toda la primera . Lo digo porque en infinidad de ocasiones la inferioridad numérica no se percibe, como ya demostró este mismo equipo la pasada campaña. No obstante, el desgaste sí se podría acusar en la segunda mitad. Sin embargo, fue a partir de ahí cuando Arconada empezó con su particular recital de despropósitos. En el primer cambio, peca de falta de ambición y sobre todo de previsión futura al prescindir de Negredo tan pronto. Tras el predecible segundo gol de Osasuna, Arconada tarda ¡diez minutos! en realizar un cambio ofensivo. ¿Alguien podría confirmar si al técnico vasco le ocurrió algo durante ese periodo de tiempo? Después de la tardanza, y cuando ya sólo quedaban nueve minutos más el descuento, fue Natalio el elegido para reforzar el ataque. Sin comentarios. Como remate final, Arconada no supo dosificar al máximo el esfuerzo al no agotar los tres cambios de un equipo con diez jugadores desde los primeros minutos. Míster, demasiados desatinos.

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