Libertad Quijotesca

Irene Gálvez

Recordando a Primo Levi

Suspendimos ética y moral social y vamos para septiembre. No hemos aprendido nada de personas como Primo Levi

El pasado 31 de julio se cumplía el centenario del nacimiento del escritor italiano Primo Levi. Judío de origen Sefardí, activista en la resistencia antifascista y superviviente del Holocausto en el infierno de Auschwitz. En 1947 publicó Si esto es un hombre, obra indispensable para la humanidad, donde el autor relata la barbarie que vivió en el campo de concentración. Por favor, si no lo han leído, busquen este libro, léanlo. Toda su obra, que se extiende por el relato, la poesía y sus memorias, es una intensa y atormentada reflexión sobre la construcción, acción y consecuencias de la maldad humana. Al mismo tiempo: una apasionada búsqueda de luz, fortaleza y medios para que la barbarie nunca se vuelva a imponer. Convivir con sus recuerdos nunca debió ser fácil de llevar. Abandono este mundo por su propia mano el 11 de abril de 1987, en Turín, en la misma casa donde nació y vivió toda su vida, excepto el tiempo que le robaron y masacraron. El cercenamiento de las libertades fue su preocupación constante: la falta de comunicación y la censura. Escribió "la intolerancia se inclina hacia la censura, la censura promueve la ignorancia de los argumentos de los demás y, por lo tanto, a la intolerancia misma". Por lo que muestran los hechos que cometemos en pleno siglo XXI: no hemos aprendido nada de la Guerra Civil Española (1936-1939), la II Guerra Mundia (1939-1945) y la Guerra Civil Griega (1946-1950). El dogma de "lo políticamente correcto" es el primer trompetero de esta ignorancia teledirigida, donde nos andan entreteniendo con la pelea de gatos entre las ideologías oficiales de izquierda, derecha y el totalitarismo nacionalista. Esta perversa modalidad de censura nos ha llevado a ver instalados en las instituciones democráticas a los mismos individuos que emplearon el terrorismo, el crimen de los atentados, para destruir nuestra libertad. Sin pudor se escenifican bienvenidas y homenajes a los verdugos de la democracia. Suspendimos ética y moral social y vamos para septiembre. Maltratamos nuestra Constitución y nuestra cultura ignorándolas y falseándolas a gusto del sátrapa de turno. Confundir liderazgo con tiranía es siempre muy peligroso. Está claro que no hemos atendido a las enseñanzas de personas como Primo Levi: "No es lícito olvidar, no es lícito callar. Si nosotros callamos ¿quién hablará?". Nunca armarnos de iras ni rencores.

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