Diego / Martínez / Pérez

Recordando a ana santos, una mujer ilusionada

¡Qué día más triste para la cultura en Almería!. Se ha apagado la vida de Ana Santos Payán. Fue el alma de El Gaviero Ediciones, una mujer ilusionada con todo lo que hacía y que amaba profundamente la cultura y las letras. Todavía recuerdo la última conversación en octubre del pasado año en la Bodega Aranda donde me informaba de las novedades que tenían en marcha en la editorial y sobre todo, me transmitió las ganas de vivir que tenía, después de que la terrible enfermedad volviera a atacarla.

Aunque no había nacido en Almería se sentía de esta tierra. Hablaba de Almería con pasión, le gustaba siempre estar ocupada y estar haciendo cosas. La editorial le sirvió para disfrutar de la edición de los libros. Cada libro que lanzaban era como un hijo. Lo mimaba, tenía una sensibilidad especial. Te hablaba de los libros como si tuvieran vida. Era una apasionada de la literatura, de la poesía, del arte. Siempre puso empeño en todos los proyectos que ponía en marcha.

Junto a Pedro Miguel, su pareja y su apoyo, llegó un buen día a Almería con nuevas ideas. Todavía se recuerdan las presentaciones de aquella revista que hizo historia y que se denominó Salamandra. Cada número de la revista era una obra de arte, era un diseño nuevo, era una ilusión que nacía del alma.

Por eso, el mundo de la cultura de Almería desde el primer momento apoyó a Ana y Pedro. Traían una maleta desde Alcalá de Henares llena de ideas renovadoras y sobre todo, otra maleta cargada de ilusiones.

Han sido diez años intensos con El Gaviero Ediciones, donde Ana ha trabajo intensamente, Ana ha sido la imagen de una editorial que ha encumbrado a muchos jóvenes poetas españoles, donde ha dado a conocer a la joven poesía que se hace en este país y sobre todo ha sido una editorial de referencia. Todo eso lo fue haciendo Ana junto a Pedro J. Miguel día a día. Sin descanso. Cada vez que me encontraba con ella, siempre había un proyecto nuevo, y siempre me llamaba la atención que no perdió jamás la ilusión.

Por eso cuando me enteré de su muerte, me vinieron a la memoria tantos recuerdos y momentos de animada charla. Me quedé triste pensando como una mujer con su fuerza nos podía dejar en la flor de la vida.

A veces, la vida es injusta y mucho más la muerte. En este caso, Ana estoy seguro que el proyecto que tanta ilusión creaste, otros lo continuarán. Los que tuvimos la gran suerte de conocerte, te echaremos siempre de menos. Ilumina con tu luz a muchos poetas que hoy lloran tu partida.

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