El callejón del gato

Reflexiones sobre la exhumación

Se pone fin al agravio de mantener el cadáver de un tirano dominando los restos de todas sus víctimas

Se han dicho tantas cosas que no comparto sobre la exhumación del dictador, que me voy a permitir hacer algunas reflexiones. La primera y principal es considerar que se ha llevado a cabo por el Poder Ejecutivo el cumplimiento de una sentencia del Tribunal Supremo, ratificando un acuerdo aprobado por mayoría en el Congreso de Diputados. Una misión cumplida con la participación de los tres poderes del Estado. Dicho esto pienso que sacar a Franco del Valle de los Caídos no es un hecho anacrónico perteneciente al pasado como manifiestan los presientes del PP, Pablo Casado, y del Cs, Albert Ribera. El día 23 de octubre de 2019 se da la circunstancia de que España es el único país de Europa donde la memoria de un dictador prevalece exaltada, hallándose sus restos en un monumento del Patrimonio Nacional, y el día 24 se procede a deshacer esa extravagante y pérfida anomalía sacándolos de allí. Pienso también que en ningún momento el procedimiento seguido durante la exhumación y traslado de los restos tuviera el menor atisbo de exaltación con honores de Estado, como ha señalado con insistencia el líder de Podemos Pablo Iglesias. Si le damos un repaso a la comitiva que presidió la ceremonia, estaba compuesta por una tanda de vividores que negocian exclusivas con la prensa del corazón, desde la hermana mayor, Carmen, concursante de "Mira quien baila", hasta el hermano menor, Jaime, condenado por maltrato a una mujer y por tráfico de cocaína. Y en cuanto a las voces que vitoreaban a la momia desde fuera del recinto, emanaban de un ridículo grupo de fascistas entre los que destacaba la patética figura del golpista Tejero. Si a eso le llamamos un funeral de Estado, apaga y vámonos. Y respecto al electoralismo con el que se acusa a Pedro Sánchez a derecha y a izquierda, no sabía yo que cada acción ejecutada, cada palabra dicha, o cada gesto articulado por cualquiera de sus adversarios políticos, se practican para ahuyentar al electorado. Y una última precisión, cuando se habla de las víctimas de Franco, entiendo que lo son tanto los muertos del bando republicano, como los que, seducidos por un fascismo amenazante, envió el general sublevado hacia una guerra, marcando el paso "cara al sol", donde "hallarán la muerte si les llega" para acabar en "el puesto que tengo allí". Por eso entiendo que se ha dado fin al agravio de mantener el cadáver de un tirano dominando el panorama sobre los restos mortales de todas sus víctimas.

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