Regina Carmona, diálogo con la belleza

Una de las series más significativas en su trayectoria fue la que expuso en el camino subterráneo de Consolacao

Regina Carmona, Sao Paulo, Brasil. Es una artista visual que experimenta con su obra a través de su viaje personal mediante el diálogo establecido entre el ser y el destino. Así pues, edifica mediante el acto artístico a un ser humano que emerge de las relaciones sensoriales y afectivas de acogida con la naturaleza, materializando al cuerpo como refugio, como morada interior y como lugar sagrado que exige la necesidad del amor, de la alimentación y del respeto. Un equilibro que busca la armonía entre la materia y el ser, entre el cuerpo y la luz. Trabaja con una amplitud de lenguajes cuyo fin es la cultura de paz y refugio.

Una de las series más significativas en su trayectoria fue la que expuso en el camino subterráneo de Consolacao, en la ciudad de São Paulo, que consistió en una composición de obras que presentaban huellas dactilares impresas a gran escala y que simbolizaban el tránsito de las personas que, anónimas, circulan por las calles de la ciudad todos los días, representando, de una forma u otra, el devenir del ser humano en el espacio. Exponiendo en contraposición la fugacidad y el anonimato del ser ante la conciencia de la existencia. Todos podíamos pertenecer a una de aquellos huellas y sin embargo la memoria no era capaz de identificar quiénes eramos los que habíamos existido en aquellos lugares, en aquellos pasajes, en aquel asfalto. Artista residente de la Fundación Sanskriti India en 1998, inició un camino de viajes, residencias y proyectos emprendidos en Brasil y con carácter internacional, como Finlandia, Argentina, Estados Unidos de América, Rumanía, Portugal, España, Italia, Eslovaquia o Egipto.

Su estancia en Israel supuso en su proceso creativo y en sus trabajos de investigación la culminación de otra de sus más representativas exposiciones plásticas que acabó con la Instalación "42", exhibida en Capela do Morumbi, donde a través de una serie de fotografías, interactuando con muros de adobe y con paneles con imágenes, representaba a personas fotografiadas en su vida cotidiana en las calles de Jerusalén. Ahondando en la consecución y profundización de su búsqueda entre el ser, la materia y la memoria. Su compromiso artístico la ha convidado a trabajar desde las diferentes dicotomías que presenta el Arte, la Naturaleza y el Medio Ambiente. Proponiendo su obra un espacio de diálogo entre el ser humano y el mundo que le rodea.

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