Opinión

Joaquín Pérez de la Blanca

Rehabilitar para avanzar

En conjunto, todas estas medidas servirán para conseguir un reparto más equitativo de las subvenciones

Confieso no me convence el uso del término "rehabilitación" para hacer referencia al destino de las ayudas que se ponen a disposición de los propietarios particulares y comunidades de vecinos de la ciudad desde 1996 para la realización de obras de mejora, mantenimiento y conservación del conjunto inmobiliario del término municipal. Rehabilitar indica habilitar de nuevo , aludiendo a una situación de deterioro, cuando en la mayoría de ocasiones que se otorgan ayudas se pretende reformar para actualizar en el diseño y equipamiento de las infraestructuras ganando en eficiencia (por ejemplo energética y en medidas de protección medioambiental), en embellecimiento (tanto del inmueble en sí, como para el conjunto de la ciudad) y en calidad de vida de sus moradores. La aprobación definitiva de las modificaciones propuestas por técnicos del Ayuntamiento, por los distintos miembros que conformamos la corporación, así como por el colegio territorial de administradores de fincas de Almería de la ordenanza municipal de las bases reguladoras de la concesión de subvenciones para el fomento de la rehabilitación en el municipio de Almería tuvo lugar el pasado pleno. Es encomiable que dicha aprobación se logre por unanimidad del plenario y, además, con la incorporación de todas las aportaciones e ideas planteadas. Como propuestas más significativas cabe señalar el aumento de las ayudas que pasa de 450.000 a 800.000 euros, así como el porcentaje del presupuesto protegible, que se incrementa del 40 al 80%. Ello significa que los interesados puedan acometer sobre los inmuebles obras ambiciosas y de calado para la mejora de sus inmuebles. También se modifica el orden de prelación a la hora de adjudicar ayudas, sustituyendo el criterio temporal por la celebración de un sorteo, lo que hace que ganemos en objetividad y transparencia. Además se otorga preferencia a aquellos edificios con cierta antigüedad, logrando encauzar el riego de dirigir las ayudas a los inmuebles que previsiblemente necesiten una mayor puesta a punto o adecuación a las necesidades actuales. Finalmente, se resuelve la cuestión de los remanentes que año tras año quedaban sin destinarse a este tipo de actuaciones, introduciendo la posibilidad de reformular la petición realizada por la primera comunidad que sea excluida. En conjunto, todas estas medidas servirán para conseguir un reparto más equitativo de las subvenciones con las que sin duda embelleceremos nuestra ciudad, creando, al mismo tiempo, empleo y riqueza, tan necesitados en los tiempos que corren. Sin duda, muchas comunidades de propietarios y titulares de inmuebles lo agradecerán. Enhorabuena.

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