Reloj del Largo Ahora

La mejor manera de lograr cosas que parecen imposibles es pensar a largo plazo, con un reloj del largo ahora

Es propio del barcelonismo sostener que el Fútbol Club Barcelona resulta algo más que un club, como ocurre con otras aficiones futboleras, menos dadas a rasgos externos de diversa proyección por tener sus señas identitarias en los sentimientos. En lo ontológico, si se acude a argumentos filosóficos y metafísicos sobre la naturaleza del ser y sus atributos trascendentales. Aunque estas disquisiciones no parezcan propias, pero lo son, para explicar los modos y maneras de una hinchada futbolera. Pues bien, si un club es algo más que un club, qué es Amazón más allá de una universal tienda de compras al por menor a través del comercio electrónico. A ver, dice el Fondo Monetario Internacional (FMI), que el Producto Interior Bruto (PIB) -magnitud macroeconómica tan utilizada o nombrada como generalmente no bien conocida- mide el valor monetario de los bienes y servicios finales, que se adquieren por los usuarios asimismo finales, tras ser producidos en un país durante un período de tiempo determinado. Así las cosas, Amazón vale -diferencias entre valor y precio al margen- más que todo el PIB de España y su fundador es uno de los mayores magnates de la historia, con un patrimonio cercano a los 164 000 millones de euros. Todo a partir de un sitio web de venta de libros que recibía una media docena de pedidos a diario, empaquetados por su mismo fundador, en 1994. Ahora con 840 000 empleados y un crecimiento mayúsculo de beneficios tras el inicio de la pandemia del coronavirus.

Con tales magnitudes, puede ser comprensible que la Tierra se quede pequeña y, además, el tiempo se haga corto. Sostiene Jeffrey Preston Bezos, creador de Amazón, un principio que puede formularse más o menos así: la mejor manera de conseguir cosas que parecen imposibles es pensar a largo plazo. Si bien para ello asisten la ciencia ficción o el atractivo de las utopías, cuando no la reunión de ambas en el relato imaginario de la humanidad lanzada al espacio para residir en urbanizaciones de terrícolas a la conquista del sistema solar, de modo que así la Tierra quede como un descomunal parque planetario. Tal vez eso explique dos inversiones singulares del mayor tendero del mundo: una empresa de viajes espaciales y el "capricho" de un reloj para medir el tiempo de los próximos 10 000 años. El Reloj del Largo Ahora, que se divide en milenos, en lugar de horas, hace minutos de los siglos y cuenta los años como segundos. Aunque no haga falta, ni se pueda, vivir para contarlo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios