Renta mínima, paro, dinero

En mi opinión no habrá ley de renta mínima en esta legislatura, pero el debate habrá sido muy útil

Nadie se acordaría hoy del buen samaritano si además de buenas intenciones no hubiera tenido dinero" dijo Margaret Thatcher. Nunca creí que acabaría citándola, pero tengo una mente frexible y viene bien a este artículo porque lo resume. La semana pasada, el mismo día, coincidieron dos noticias. Una, la publicación de los datos beneficiarios y gasto en desempleo de diciembre. La otra, que la iniciativa popular de renta mínima pasó su primer trámite en el Congreso.

Sobre el paro, en 2016 el coste de pagarlo fue 18.638 millones. Un 10% menos que en 2015 y mucho menos que en 2012 con sus 31.700 millones. Sería maravilloso que la causa fuera, en exclusiva, al descenso del paro. No es así. Un ejemplo: Almería, en diciembre de 2009 se destinó a pagar el paro 41 millones. Siete años después y con igual número de parados se han pagado 23.

Parte del ahorro procede de que apenas la mitad de los parados estén protegidos. Hay un 1,8 millones de parados sin cobertura. No son, como se ha dicho 1,8 millones de hogares. Eso implicaría todos sus miembros en paro y todos sin ingresos. Pero son muchos y el debate sobre la renta mínima es necesario. El mismo día que supimos esas cifras la iniciativa sindical pasó el primer trámite en el Congreso. Populares y Ciudadanos están en contra, así que el final de la historia es incierto.

En mi opinión no habrá ley de renta mínima esta legislatura. Pero el debate habrá sido útil. Es una lástima que al hablar de paro, de personas y no tornillos, lo primero sea resolver el tema del dinero. Pero no basta buen corazón, hace falta la cartera. Serían unos 12.000 millones en su cálculo más modesto. Un optimista diputado lo solucionó. Según él, se sacarán del ahorro que ha tenido el SEPE. Si antes el gasto fue 30.000 millones y ahora 18.000, lo que sobra para la renta. Este argumento no se sostiene. Desde el inicio de la crisis, el SEPE no ahorra. El paro no se paga solo con cotizaciones sociales. Necesita añadir dinero de los impuestos. Además, para aflojar la presión sobre la Seguridad Social, hay bonificaciones como la del empleo joven que pasan a bonificaciones. Tiene su importancia, porque estas son a cargo del SEPE, que necesita dinero del Estado y, a diferencia del déficit de Seguridad Social, el del Estado computa para los límites que exige Bruselas. Volvemos al principio: ¿de dónde se sacará el dinero?

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