La tapia del manicomio

Reparto de beneficios

Las empresas hoy en día le suben el sueldo a los directivos y le regatean unos céntimos a la tropa

No terminamos de comprender que la gente se extrañe de que los sueldos de los directivos y altos empleados de las empresas hayan subido mucho más que los de los curritos de a pie, no sólo durante la crisis, sino incluso en el año pasado, cuatro años después de que, según dicen, se acabó la crisis. Durante 2018 los sueldos altos han subido un 2,5 %, mientras que los bajos sólo lo han hecho 0,11 %, siendo la inflación de 1,2 %. Los viejos del lugar, escalafón al que nos honramos en pertenecer (y por muchos años), sabemos que esta desproporción no es novedosa. Y que, encima, tiene su lógica, como se demuestra por lo que solía hacer el añorado por Vox -Franco- en situaciones similares. Paradigmático fue el caso de una subida de sueldos que hizo en los años cincuenta aprovechando un pico de caja, poco frecuente entonces. Algún ministro propuso que ese dinero se destinara a mejorar algo la retribución de los maestros, que cobraban tan poco que había un dicho popular: "pasar más hambre que un maestro de escuela". Franco, sin embargo, se decidió por usar esos dineros para subirles el sueldo a los abogados del Estado. Ante la extrañeza de algunos de sus colaboradores, el dictador lo explicó claramente: con ese dinero les podemos subir mil pesetas al mes a los escasos abogados del Estado, mientras que si lo repartimos entre los miles de maestros tocarían a doce pesetas más al mes. Con la consecuencia lógica de que los maestros seguirían igual de miserables y cabreados, mientras que los abogados estarían contentísimos y serían incluso un poco más adictos, si es que eso era posible. Trasporten esa lógica a la actualidad, con las diferencias de los dineros actuales, y verán como es perfectamente explicable la actitud de las empresas en nuestro días cuando les suben el sueldo generosamente a los directivos y les regatean unos céntimos a la tropa. Para que la cosas cambiaran tendría que haber miles de directivos y unos pocos curritos; como se decía antiguamente, muchos jefes y pocos indios, situación que no es esperable. Porque eso es lo que exige el principio de la escasez, que se aplica a todo, desde el tomate raf hasta el petróleo. Si todos los agricultores se dedicaran a producir raf, su precio estaría por debajo del Daniela. Igual que se disparan los precios del petróleo cuando la OPEP raciona la producción de crudo. Maravillas de la ciencia.

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