Carta del Director/Luz de cobre

Reparto de culpas y culpables

Me cuesta mucho entender como quienes nos gobiernan y los que hacen oposición no trabajan en un proyecto común

En tiempos de pandemia y cuando la solidaridad de los ciudadanos está muy por encima de aquellos que nos gobiernan cabría preguntarse entre quiénes repartimos la culpa y quiénes son los culpables. Decía Al Pacino- John Milton que "la culpa es como un saco de ladrillos: solo hay que descargarlo". Y en ese mundo de arenas movedizas, de ciénagas plagadas de cocodrilos y caimanes nos movemos. Acechando la pieza días, semanas y meses si es necesario con tal de capturarla y al zurrón. No importa si estamos en periodo de veda o no, o si tiene serio riesgo de extinción. El caso es acechar y matar, cual vulgar raposo, que no se conforma nunca con comer, sino en cobrarse el máximo número de piezas. Logrado el objetivo, ya medito después si soy o no capaz de acabar con el banquete sin compartir nada con el resto.

En el mundo que nos ha tocado vivir los dos últimos meses, en el que de verdad hemos sabido quienes merecen la pena y los que no; quienes son prescindibles y cuales necesarios, muy pocos de los que ostentan el gobierno han estado a la altura de las circunstancias y de lo que se esperaba de ellos.

Repito, aunque ya lo he dicho en alguna ocasión, que llegamos al menos una semana tarde. El Estado de Alarma debió aplicarse mucho antes, conocedores como éramos de la situación que vivía Italia. Dicho esto, puedo entender que un país como el nuestro, en el que la calle es como la sala de estar nuestra casa, iba a ser complejo y difícil aplicar y que se cumpliera un estado de confinamiento como el que estamos inmersos, si realmente los ciudadanos no veían los riesgos sanitarios que ahora conocemos.

Con el coronavirus golpeando con dureza, me cuesta mucho entender que quienes hemos elegido para llevar las riendas del país, los que gobiernan y los que hacen oposición, no sean capaces de avanzar en un proyecto común para afrontar la salida del precipicio, a ser posible, sólo con algunas magulladuras, pequeños golpes y algún que otro arañazo.

El reparto de culpas y los culpables están ahí. Y seremos todos, aquellos que tenemos la posibilidad de quitar y poner, de ejercer nuestro derecho, los que calibremos cómo han gestionado quienes ejercer el poder y cuánto han ayudado los que tratan de ocuparlo. Pese a los bulos, la permanente desinformación que unos y otros tratan de transmitir a través de medios de dudosa reputación e información veraz, lo cierto es que cuando estemos en la playa tostándonos al sol -será pronto, no lo duden-, o tomando una cerveza en la terraza de un bar, otearemos el horizonte y en ese reparto de culpas y culpables los situaremos en una balanza y el fiel caerá del lado de los solidarios, de los que sumaron. Y la derrota en aquellos que trataron de forma indecente de hacernos comulgar con ruedas de molino.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios