El sextante

Jorge / peña

Rescate in extremis

ACTUALMENTE está teniendo lugar la regata oceánica Clipper Race, en la que las tripulaciones a bordo de sus embarcaciones de vela dan la vuelta al mundo. Asombrosamente es una regata de categoría amateur ya que para participar en ella como tripulante no se exige tener conocimiento alguno de navegación. En principio lo que parece una idea romántica e incluso utópica puede acabar en una desgarradora situación, y como cabía esperar así ha sido. El pasado 1 de abril el Clipper Derry-LondonDerry-Doire se adentraba en un enfurecido Pacífico Sur, donde hasta los más atrevidos navegantes sufren sus fatídicas consecuencias. Mientras el tripulante Andrew Taylor de 46 años de edad y natural de Londres cambiaba una vela, una ola de más de 3 metros barría la cubierta llevándose consigo al londinense por la borda. Tras semejante situación, en la que el Clipper surcaba a gran velocidad el Pacífico Sur con vientos de más de 70 Km/h y con olas de más de 4 metros, Taylor se alejaba más de la embarcación. En estos casos el tiempo de reacción debe ser inmediato ya que cada minuto cuenta. Tras 90 minutos de completa desesperación, pidiendo repetidamente mayday por radio finalmente consiguieron dar con el maltrecho tripulante. Después de una compleja maniobra, en la que acercarse a un punto en semejante condiciones de mar no es moco de pavo consiguieron subir a bordo a Taylor con grandes síntomas de hipotermia. Según declaraba el propio tripulante que fue rescatado consciente, "Hinché el chaleco salvavidas a tope para que me vieseis bien, pero tenía mucho miedo de que no me encontraseis, porque cuanto más inflaba e chaleco más me arrastraba el viento". Gran lección del océano, al que como siempre digo, hay que tenerle el máximo respeto, sin dejar por supuesto de admirar su magnífica belleza.

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