El callejón del gato

Responsabilidad compartida

Digo yo que algo tendrán que ver los bamboleos de CIU con la situación que atraviesa Cataluña

Una cosa es no comulgar con la ideología ni el proceder de un partido político y otra culpabilizarlo del huracán Irma que está arrasando en el Caribe. Lo digo por ese discurso fácil y manido de considerar al PP y a Mariano Rajoy como únicos culpables de la situación por la que atraviesa Cataluña. Alguna culpa tendrán, en la medida que les atañe, como partido en el gobierno y presidente de España; pero pienso que no son los únicos que han dado lugar a la trifulca catalana. ¿Qué me dicen de los partidos y los líderes que han gobernado en Cataluña? La coalición formada por Convergencia i Unió gobernó Cataluña desde 1980 hasta 2003 bajo el mando supremo de Jordi Pujol. Eran los tiempos en los que CIU representaba a una mayoría burguesa, y el honorable almorzaba con el Rey Juan Carlos en Baqueira Beret en amigable compañía. Tras 23 años de gobierno pasó a la oposición y volvió a coger las riendas en el año 2010, siendo nombrado presidente de la Generalitat Artur Mas apadrinado por Jordi Puyol, sobre cuya persona, familia y partido empezaron a surgir fundadas sospechas de corrupción de alto nivel, al tiempo que a su delfín y sucesor en el cargo le da un barrunto patriótico y provoca un giro en Convergencia hacia el independentismo, lo que da lugar a la ruptura con Unió que abandona la coalición. Sus afanes nacionalistas le conducen a convocar una consulta independentista y es condenado a dos años de inhabilitación, llevándose por delante también a Convergencia que se convierte en el PDEeCA, y recayendo la presidencia en un nuevo independentista, aún más radical, el honorable Puigdemont que gobierna en coalición con Esquerra y la CUP en una cosa que se llama Junts Pel Sí, quedando en el olvido Pujol y aquello del 3%. Digo yo que algo tendrán que ver los bamboleos de CIU con la situación que atraviesa Cataluña. En cuanto al PSC, el gobierno de Montilla en coalición con Carod Rovira de Esquerra Republicana, lo pagó caro y motivó que muchos votantes socialistas dieran su voto a partidos independentistas que se autocalificaban de izquierdas. Ahora Miguel Iceta trata de recuperar el espacio que históricamente ocupó el socialismo enfrentándose a los secesionistas, y Pedro Sánchez, que pienso tuvo sobradas razones para oponerse a la abstención que propiciaba un gobierno del PP asediado por la corrupción, ahora creo que las tiene para cerrar filas con Rajoy en el cumplimiento de la Constitución. Una cosa no quita la otra.

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