Hay en mi barrio una vecina que se entera de todo. Y hay en mi barrio una obra de construcción. Afirma, ella, que el precio de esos pisos es impactante y se debe al resurgir de la Construcción. También asegura, que si un albañil está en paro es porque quiere. ¿Será cierto, me dije? Lo del precio parece que sí.
Coincide con que, a nivel nacional, leo unos datos sobre la mejoría del sector. El paro en la Construcción es ahora cinco veces menor que en el peor momento de la crisis en 2009 y sólo el 4% de todos los parados corresponden a ella. En principio, no significaría necesariamente que se ha recuperado el empleo. Me explico con el ejemplo de nuestra provincia, pues al fin y al cabo es donde escribo. El 3% del total de parados pertenece al sector de la Construcción. En el primer trimestre de 2008, suponían el 19,33% del total. Ahora hay 2.100 desempleados; en el comienzo de aquel año eran 9.200. ¿Está mejor que hace 10 años? Aún no. Falta una cifra más, la más importante: los ocupados. Los que trabajan en Construcción. Si una persona piensa que no va a encontrar un empleo en la obra ni por casualidad y se cambia a la Agricultura, puede que siga en paro, pero no ya de la Construcción sino de la Agricultura. Simplemente el desempleo se habría trasladado a otro sector.
Pues bien, al iniciarse 2008, según los datos del INE, la población activa en la Construcción, los que o bien trabajaban en ella o buscaban empleo ahí, eran 66.500 personas. Diez años después son 14.600, es decir 52.000 menos. ¿Y los ocupados, los que efectivamente trabajan en ello? En ese mismo período de tiempo han pasado de más de 57.000 a 12.500. Hablamos de un descenso del 78% en el número de empleos.
El momento del cambio tuvo lugar a finales de ese mismo 2008. Desaparecieron más 32.000 puestos de trabajo en la Construcción en la provincia, y los parados subieron un 156%. A partir de ahí se sucedió un abandono en la búsqueda de empleo en el sector, ya les digo. El peor momento llegó en 2013, cuando menos de 9.000 personas trabajaban en él (recordemos que cinco años antes eran 57.000).
Y hoy ¿Se nota la recuperación? Si, pero en nuestra provincia, al menos en lo que a ocupación se refiere no tan intensa como en otras provincias. De hecho, tras dos años de mejoría parece haberse estabilizado pues los 12.400 actualmente empleados, es la cifra más baja desde 2015 y los préstamos de hipotecas han sido bastante superiores en 2016 y 2017. Evidentemente hay mucho margen para el crecimiento del empleo en el sector, más su recuperación aún se nota poco en el empleo.
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