Durante estas últimas semanas hemos visto numerosos acontecimientos que han mantenido a los políticos en primera línea de la actualidad. Temas como los presupuesto generales, siguen siendo objeto de polémica entre aquellos que deben apoyarlos y los que se muestran reacios, donde la primera línea del ejecutivo los negocia por separado, poniendo cada vez mas de manifiesto las discrepancias que los unen, cosa que por otra parte sorprende tratándose de los propios miembros del gobierno, ya los improperios no forman parte solo de sus señorías, pues en el mismo paquete incluyen los dirigidos a familiares, que por otra parte, en boca de la presidenta del congreso (Meritxell Batet Lamaña), formaba parte del juego democrático y para no perder la costumbre, no hay ni una sola palabra que ponga de acuerdo a los representantes de los partidos políticos, y en este caso el gobierno ha puesto la guinda con sus alusiones al Rey que por primera vez ha sido vetado y no ha asistido a la Escuela Judicial de Barcelona, donde se han entregado los despachos de los nuevos jueces alegando motivos de seguridad y dando indicaciones expresas al Jefe Estado para que no viaje a Barcelona; lo que es seguro es la forma de escudarse una vez más en sus ignominias. Cierto es que la monarquía no se sometió a referéndum popular por el ex-presidente Adolfo Suarez, que temía el sentido negativo de la misma, pero no es menos verdad que Felipe VI es reconocido por la Constitución como Jefe de Estado y como tal nos represente a la totalidad de los españoles, o al menos a esos españoles que no entran dentro de un marco del gobierno catalán, por cierto, inhabilitado su presidente por incumplimiento de la ley, y al que incluso le acompañan algunas discrepancias con su preceptor, al que en alguna ocasión no le ha bailado el juego, como sucedió hace dos años en los Juegos del Mediterráneo en Tarragona, donde Carles Puigdemont insto a Quim Torra a no acudir a los mismos, a lo que Torra hizo caso omiso; las formas conducen al fondo de la cuestión catalana que solo miran con el cristal que les interesa y en este caso el rey Felipe VI se encuentra en el lado opuesto. Termino diciendo que Platón presentaba una idea de Estado dividida en grupos que debían cumplir con sus objetivos, lo que no había contado es con el gobierno catalán.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios