Ni Flores

pablo martínez-salanova peralta

Riesgo extremo

En diciembre se fijó el riesgo extremo de contagios en 250 por cada 100.000 habitantes. Se tomaron medidas con el objetivo de dejar esa cifra por debajo de 50. Pero en apenas un par de semanas se suavizó todo por aquello de salvar la Navidad. Por mucho que digan que las medidas eran adecuadas, no lo eran, porque era imposible cumplirlas. Y además sabían que no se iban a cumplir. Pero nosotros no somos tontos tampoco. No podemos escudarnos en que nos dejaban juntarnos hasta diez personas porque sabíamos que no íbamos a llevar mascarilla ni a guardar la distancia mientras cenábamos en Nochebuena. Éramos perfectamente conscientes del riesgo que estábamos corriendo, pero nos lo pasamos por el forro. Y ahora lo estamos pagando. Esta terrible tercera ola tiene tanto a políticos como a ciudadanos como culpables. Porque, ahora con una incidencia de 1.000, no entiendo cómo se sigue permitiendo que el tío de las gafas de sol y la coletita ridícula siga a día de hoy pasenado Ramba arriba y abajo con su maldita nariz fuera de la mascarilla.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios