Palmas y Pitos

Riqueza equitativaLas cuentas que empiezan a no salir

Reza un proverbio que el regalo de un pez da al hombre para comer un día, mientras que enseñarlo a pescar procura sustento para toda la vida. Otra cosa es que no haya donde echar la caña o la red. O que, por mucha paciencia y destreza que se pongan en la faena, peces haya pocos y, mucho menos, milagros que los multipliquen. Por eso son controvertidos los subsidios, si se entienden como prestaciones públicas asistenciales de carácter económico y, esto es importante, de duración determinada. Puesto que los niños, más que los borrachos, siempre dicen la verdad, algunos, cuando son preguntados por la ocupación de sus padres, responden con una contradicción peculiar: "Trabaja en el paro". La cuestión es compleja y, por eso mismo, no tiene soluciones simples. Pero el desarrollo económico -no debe confundirse con el economicismo- y, sobre todo, una educación permanente que permita cierta versatilidad en el desenvolvimiento personal y social, en el acceso al empleo y el desarrollo profesional, podrían dar mucho trigo en términos de "riqueza equitativa", la que entrega a cada uno lo que merece, para que el subsidio no resulte indispensable ni atractivo. / Antonio Montero Alcaide

Si finalmente hay elecciones autonómicas en otoño va a ser un infierno para unos pocos. Las cuentas no salen en todos los partidos. Y es que parece que se acabaron los tiempos en que los grandes se llevaban la tarta del pastel.

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