Carta del Director/Luz de cobre

Rosalía y la proyección de Almería

La marca Almería ha dado un paso de gigante en su proyección con un evento como el inicio de la gira de Rosalía

Rosalía está de gira. Motomami Tour arrasa allí por donde va. En las últimas semanas se la ha podido ver en Fuengirola, Sevilla, Granada, Málaga, Madrid, Barcelona y Bilbao. Conciertos todos ellos multitudinarios, en los que los fans de la cantante catalana se lo han pasado grande con su música.

Que va a ser la gira del verano no cabe ninguna duda, como decía el malogrado José Luis Pérez de Arteaga, narrador de los conciertos de Año Nuevo en Televisión Española "lo saben los vivos y hasta los muertos", en referencia a las composiciones finales que se iban a escuchar (Marcha Radetzky). Pensarán ustedes qué rollo les estoy contando y qué relación tiene con Almería. Sencillo. Rosalía abría gira, este es el meollo de la cuestión en Almería, con lo que supone de presencia mediática de toda la prensa especializada en la capital, al albur del tirón de la artista catalana. Cualquier actuación que llegue hasta la ciudad es importante, despierta interés, se muestra en la prensa local, tiene su tirón. Pero lo sucedido con Rosalía va un poco más allá. Que Almería haya sido la elegida para el inicio supone un espaldarazo definitivo a la capacidad de organizar un evento de este tipo; ser capaces de arrastrar hasta esta tierra un gran número de seguidores; disponer de un notable nicho hotelero, capaz de albergar a quienes deseen pasar unos días en la provincia y, lo más importante, la proyección mediática y de valor de la marca Costa de Almería en el exterior. Todo aquello que engloba o se mide por impactos publicitarios, en este caso de forma gratuita, es muy difícil por no decir imposible de cuantificar en euros. Claro está que se puede hacer un cálculo aproximado de lo que significa escuchar la palabra Almería en el mundo musical de Rosalía; el número de países alcanzados y aquellos que con el mapa en la mano han tirado de Google para situar la provincia, conocer nuestras playas, nuestros monumentos o nuestra cocina, por poner algunos ejemplos cotidianos.

Pero la realidad va más allá. Entiendo que más profunda de mayor calado del que podamos, todavía con el concierto fresco en nuestras retinas, poder imaginar. Este tipo de publicidades que nos vienen dadas son como una lluvia fina, de calado lento, que acaba empapando hasta los tuétanos.

La marca Almería ha experimentado con una actividad de este tipo un salto cualitativo difícil de comprender en la inmediatez del evento, pero que acabará destilando con lentitud y serenidad todo lo empapado en la apertura de la gira con el paso de los meses y de los años. Salvando las distancias, y con riesgo serio de exagerar, vendrá a ser lo que ha podido suponer la cumbre de la OTAN para España, las Olimpiadas para Barcelona o la Expo de Sevilla. Todavía hoy, ambas ciudades disfrutan de los réditos obtenidos entonces y han pasado cuarenta años. Ahora se trata de continuar en la senda abierta.

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