República de las Letras

SEXTA OLA

El virus no es capitalista ni liberal, es más bien comunista: trata a todos por igual

Ssiempre es sorprendente ver hasta donde alcanza la estupidez humana. Resulta que se nos ha colado la sexta ola de la pandemia por el mismo sitio que todas las anteriores: por la economía. Otra vez el dilema: economía o salud. Y otra vez los gobiernos central y autonómico a la espera de lo que pase, sin redaños para tomar decisiones anticipándose a la extensión del nuevo virus, el ómicron. Así que repetimos todos los errores cometidos con la primera ola, la segunda, la tercera… Repetimos lo de dejar para después de la campaña de Navidad el tomar medidas. Repetimos lo de las comidas, las cenas, los espectáculos y los eventos multitudinarios porque no se puede dejar de organizarlos "en estas fechas tan señaladas". Repetimos las fiestas, las salidas a sitios cuanto más abarrotados de gente, mejor, las reuniones con personas que no son de nuestra burbuja familiar, como se dice ahora. Como si no se pudiese pasar sin fiestas, sin reuniones, sin eventos, sin espectáculos, sin comidas de empresa, sin cenas con la familia extensa. Como si no hubiera un mañana, como se dice también, un mañana sin coronavirus. Ah, pero, ¿habrá alguna vez un mañana sin coronavirus al paso que vamos?

Economía o salud, vuelve a ser el dilema, como digo. Muy triste. Que tenga que enfermar gente, incluso morir para que la economía marche es bien triste. ¿Cuál es el precio de la salud y de la vida humanas? ¿Cuál si es a mi familia a quien golpea el coronavirus? ¿Cuántas campañas más estaremos sanos para comprar y gastar? ¿Cuántas sobreviviremos? Pero hay un consuelo: la misma economía puede ser el factor que obligue a adoptar medidas definitivas con el virus. Ya hemos visto las consecuencias de un parón económico: desabastecimiento e inflación. El sistema capitalista se ha visto herido en su médula, la ley de la oferta y la demanda, con aquel confinamiento casi mundial. Ahora se ve en la misma tesitura con la irrupción del virus sudafricano y las estructuras han temblado. Ahora se dan cuenta de que si no se vacuna a toda la población mundial no hay nada que hacer, siempre tendremos olas del virus. El virus no es capitalista ni liberal, es más bien comunista: trata a todos por igual. Es más: si los pobres no están vacunados, los ricos peligran, como ha pasado siempre con las epidemias. Por la cuenta que le trae, el sistema atajará la pandemia más pronto que tarde. A pesar de la estupidez humana.

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