Salmerón y la prensa

Nicolás Salmerón defendió la libertad de expresión y colaboró activamente con los medios de comunicación

Mucho se ha hablado de por qué Nicolás Salmerón no dejo una obra escrita de orden académico en lugar de la multitud de discursos y artículos de prensa. Y al margen de ofrecer una respuesta nítida y contrastada, algo que todavía no es posible, voy a dar al lector un dato importante sobre su biografía. Nicolás Salmerón escribió un solo libro en toda su trayectoria, en el formato que todos conocemos. Fue al principio una obra anónima pero luego se descubrió su autoría. Y el contenido de la misma tenía que ver con el mundo de la prensa y la defensa de la libertad de expresión. En 1876 publicó un libro titulado Un Periodista Viejo, con la finalidad de trazar una defensa publica del periódico El Solfeo. En ese momento se había ordenado el cierre del periódico y Salmerón tuvo a bien escribir el texto para ser utilizado como alegato ante la fiscalía de prensa de Madrid, donde él mismo Salmerón actuaría como abogado del periódico. Fue su amigo y krausista Gumersindo de Azcárate quién le sugirió tal defensa y la elaboración del libro. La vida de este medio, en la Restauración, siempre estuvo ligada a la censura y a la represión. Era un medio de comunicación progresista, donde además de Salmerón colaboraba Clarín. En 1878 cerró definitivamente con ese nombre (ya llevaba tres cierres y reaperturas). En ese momento pasó a llamarse La Unión. Este era un nombre menos comprometido ya que El Solfeo era un nombre elegido a posta por ser este periódico el que daba la nota en el Madrid de entonces. Finalmente se cerró en 1880. El panorama de la época de la Restauración no podía ser más desolador. Existía una persecución continua, a la prensa, por parte de los sucesivos gobiernos. La ideología, mal llamada liberal, del conservadurismo, costaba la anulación de todo atisbo de crítica social o política desde la óptica progresista. La censura estaba implantada por norma habitual y contra esta oposición algunos medios se revelaban. Fue una censura mucho peor que la que padeció este país en otros momentos históricos. Entonces, en el XIX, Nicolás Salmerón, tuvo un compromiso muy fuerte con la libertad de expresión. Para él era fundamental ese derecho en una democracia. Sin la existencia de una prensa libre era imposible construir un país donde fuese posible la cimentación de una cultura ética y política. De ahí la importancia del libro Un Periodista Viejo.

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