Salud mental y deporte

Todos los indicadores de psicológicos y psiquiátricos son mejores cuando se hace ejercicio; el deporte sana

La prescripción de ejercicio físico como remedio para dolencias tanto de "corpore" como de "mens" se remonta a la Grecia Clásica. La medicina hipocrática ya recogía un buen número de recomendaciones en función del tipo de mal que aquejara al paciente. Paralelamente, la medicina tradicional china, hacía algo similar imitando los movimientos de los animales y estableciendo auténticas guías de practica clínica donde a cada diagnóstico correspondía su preceptivo ejercicio. Hoy día el número de publicaciones científicas que confirman los beneficios de la actividad física para nuestra salud resulta abrumador. Podríamos decir que la práctica totalidad de males que hacen sufrir al ser humano mejoran o se previenen con el deporte. Beneficios a nivel inmunológico, cardiovascular o locomotor son algunos de los más conocidos. Pero la salud mental también se ve enormemente favorecida por la práctica deportiva.

Todos los indicadores de psicológicos y psiquiátricos son mejores cuando se hace ejercicio. Así, la salud mental percibida, el consumo de psicofármacos, la calidad del sueño o la autoestima son mejores cuanto más ejercicio se practica. Si hacemos una búsqueda bibliográfica más centrada en patologías concretas los resultados son igualmente contundentes. Pacientes diagnosticados de depresión, toda vez que vencen la tendencia natural a estar postrados y aislados, mejoran de forma sustancial cuando realizan ejercicio físico. De igual modo sucede con los cuadros psicóticos. La medicina "controla" desde hace muchos años los síntomas positivos (delirios y alucinaciones) pero no así los negativos (tenencia al retraimiento social, aislacionismo, etc.) Es precisamente en estos últimos donde la práctica deportiva incide con mayor intensidad. Disponemos en Almería de experiencias muy favorables en tal sentido que vienen de la mano del programa "Inclúyete", liderado por el profesor de la UAL Adolfo Cangas. Pero no queda ahí la cosa. Trastornos obsesivos compulsivos, cuadros de ansiedad e incluso los Trastornos de la conducta alimentaria mejoran con una actividad física supervisada y reglada. Disponernos a practicar deporte abre la puerta a una auténtica cascada terapéutica de neurotransmisores que reportan bienestar y salud. Corran, caminen o jueguen. Nunca es tarde para iniciarse en una práctica deportiva adaptada a sus condiciones. Su salud física y mental lo agradecerá.

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