El callejón del gato

Salvador illa

El debate sobre el candidato más idóneo para presentarse a unas elecciones, se suele desarrollar dentro del partido

Desde que vivimos en democracia, que yo recuerde, nunca ha causado tanto impacto el nombramiento de un candidato en unas votaciones, como el de Salvador Illa, propuesto por el partido socialista, para presidir la Comunidad Catalana. En todo caso, el debate sobre el candidato más idóneo para presentarse a unas elecciones, se suele desarrollar dentro del propio partido.

Pero, hasta ahora, yo no había visto que despierte tanto interés en los adversarios políticos, la persona que designa un determinado partido con el que tienen que competir en unas elecciones. Lo curioso es que el revuelo que ha provocado el candidato del PSC en los partidos rivales, está fraguado con una serie de argumentos contradictorios. Para el PP la razón es que Salvador Illa pactará con los independentistas catalanes, mientras que para los independentistas catalanes el peligro es que pactará con los que no lo son. A ninguno le parece bien, especialmente a Ciudadanos, que Salvador Illa abandone el ministerio de Sanidad en plena epidemia, cuya gestión, hasta el día anterior, calificaban de nefasta. Quienes ayer pedía su dimisión hoy reclaman su permanencia en el cargo, con tal de que no sea el candidato del PSC el 14 de febrero.

Las múltiples razones que esgrimen, según sea su procedencia, culminan en un mismo fin: Salvador Illa no es el candidato que debe de encabezar la lista del PSC para presidir la Comunidad de Cataluña. Lo manifiestan con tanta firmeza, como si la decisión fuera de su competencia y Pedro Sánchez un dictador que impone su criterio, arrebatándoles un derecho que les pertenece. La verdadera razón bien pudiera ser que el completo de los partidos que van a participar en la misma convocatoria lo van a hacer con unos candidatos de los cuales no se conoce ni el nombre, y los votos que obtengan obedecerán más a las siglas del partido que aparezca en la papeleta, que al nombre y apellidos que encabecen la lista. En las elecciones se sabe que junto a los votantes incondicionales con los que cuenta cada partido, hay un porcentaje de votos cambiantes que obedecen a razones diversas, y una muy principal puede ser la persona propuesta para presidir, en este caso, la Generalitat Catalana. Si a los partidos que van a competir con el PSC en dicha convocatoria, les ha sentado como un tiro que cuente con Salvador Illa como candidato para presidir la Generalitat, será porque ven en él a un rival peligroso. Y no hay que darle más vueltas.

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