San José, protector de Almería

La figura evangélica de San José goza de una enorme popularidad, baste probar las personas que llevan su nombre

Dentro del santoral católico, en medio de nuestro camino cuaresmal hacia la Pascua, la figura evangélica de san José goza de una enorme popularidad. Bastaría para probar este hecho el ver el número de personas que llevan su nombre, o las innumerables actividades e instituciones que lo acogen bajo su patrocinio. Y, en el plano religioso, está el patronazgo que ostenta san José, no solo sobre los seminarios, cuya fiesta se celebró el pasado día 19 de marzo, sino sobre toda la Iglesia católica. En Almería capital, un ejemplo de su impronta evangélica lo tenemos presente con una efigie sagrada en todas las iglesias de la ciudad, especialmente, en la iglesia parroquial de san José en el Barrio Alto, el Cementerio de san José y santa Adela, el patrocinio de san José sobre los Colegios Profesionales de Graduados Sociales por ser el patrón de los trabajadores. Todo ello ha venido a culminarse en este año de pandemia sanitaria con los monumentos que se han inaugurado, esta semana pasada, sobre el Patriarca san José en Huércal Overa, Vícar y Almería capital, este último en una glorieta de la carretera AL-3200 que da acceso a la Universidad de Almería, bendecidos simultáneamente por el Cardenal Juan José Omeya, el Nuncio Apostólico Bernardito Auza y el Obispo coadjutor de Almería Antonio Gómez Cantero. Estos actos se han llevado a cabo coincidiendo con el nombramiento por parte del Papa Francisco de san José como Protector y Custodio de la provincia de Almería, una proclamación promovida por la Asociación 'Providentia' con la colaboración de la Agrupación de Cofradías, la adhesión del tejido social y feligreses con el "nihil obstat" del Obispo Adolfo González Montes. San José, el carpintero de Nazaret, es esencial para el camino de los cristianos para guardar, cumplir y propagar el Evangelio, ya que desde la más absoluta humildad y bondad san José fue fiel a la llamada de Dios con solo decir "si" a cada uno de sus cuatro angélicos sueños, que marcarían en momentos difíciles, la obediencia y fidelidad al Hijo de Dios e Hijo del Hombre, Jesús, en su camino a la Cruz salvadora. La Iglesia nos pone a los cristianos la figura de san José como "varón justo" de imitación. Que Él proteja a la familia espiritual de Jesús, a los padres, a los trabajadores y a los seminaristas, y nos conceda a todos a ser justos y gozar de la intimidad eucarística del Señor de la Vida y la Esperanza y la bienaventurada Virgen María.

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