El medio y el ambiente

Simbiosis o parasitismo

Siempre he defendido el no tener miedo y siempre me ha gustado la canción de Jeanette 'Yo soy rebelde'

La Naturaleza, a la que tantos molestamos, fastidiamos y dañamos, nos da lecciones curiosas e interesantes que nosotros, con un interés desmedido, procuramos ignorar. Digo lo anterior porque el célebre Oso Panda tiene muchos más detalles dignos de interés que su "homólogo": el Seat Panda. El Panda se alimenta solamente de brotes de bambú, y como se ve que los paladea bien, además que de alimento tienen poco, se pasa 14 horas al día comiendo. Pero el Bambú se crece, y no es una metáfora, es que crece 1 mm por minuto, o sea, 6 cm en una hora. Vamos que no se achanta ante el lento y constante "molinillo" que en realidad es el Panda. Vamos que, mientras veía el documental, me acordé de los gobiernos y de la gasolina, por ejemplo. Ellos suben unos centimillos el precio del litro y nosotros los ingresamos al ritmo que crece el bambú.

Pero es que, además, hacemos como hacen el Panda y el bambú: sin protestar ninguno de los dos, ni descomponer la figura, ni alterarse: cada uno a su ritmo, uno recogiendo y el otro soltando. Y así hemos llegado a donde estamos ahora, por causa primera: el bicho de los coleo coleonis como explicaba Cela en su Diccionario Secreto; y, por segunda causa, los 18 gobiernos españoles que se han dedicado a hacer y dictar normas de acuerdo con sus pareceres, deseos y leales saberes y entenderes, e incluso en algunos casos, asesorados por sendos ¿comités de expertos?.

Llegados a este punto, quiero decir que aún no tengo ni la más remota idea de por qué estamos en el estado que estamos, me refiero a lo de la alarma, la excepción o como se llame, eso que aprobaron en las Cortes, que es como se llamaba lo de la Carrera de San Jerónimo, cuando el general decretó sus dos o tres cosas de estas. Aunque España en esos momentos era en blanco y negro, aquellos decretos si que estaban claros.

No se por qué "yo, a mi me parece" (parafraseando el lenguaje político) que los fines de "ese estado" no están muy claros. De hecho hay por ahí "gente" que dice que es para meter miedo. Y, curiosamente, se nota miedo en el ambiente. Pero, sin embargo, no se nota cansancio por el hacer de la ¿clase política?. Ni se nota enfado, por decirlo de una manera que nunca diría Cela en estos momentos. Estoy convencido de que él usaría algún otro vocablo más contundente.

Siempre he defendido el no tener miedo y siempre me ha gustado la canción de Jeanette que decía: «Yo soy rebelde / porque el mundo me ha hecho así […] porque nadie me ha querido nunca oir […]» Por lo tanto: de miedo, nada de nada. Responsabilidad: toda.

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