Soberbia nacional

¿Qué peculiaridad tiene Cataluña, que la hace ser diferente de las peculiaridades de Las Bardenas o de Las Hurdes?

Me hacen cierta gracia esos anuncios que hablan de "entornos únicos". Si los tomo en su literalidad, no sé exactamente qué quieren decir. Puestos a hilar fino, en el fondo es un anuncio redundante, en la medida en que todo entorno es único, de la misma forma que todo individuo es único. Claro, que me dirán en seguida que aquí la palabra "único" viene a significar algo así como precioso, magnifico, extraordinario; en el fondo, quieren engañarnos porque pretenden decirnos que esa unicidad exige que vaya usted a ese hotel o restaurante, y que no se lo pierda. Es una trampa lingüística parecida a la que encierra el famoso "derecho a decidir", que ya denuncié hace tiempo, y que en fría gramática, en tanto en cuanto el verbo "decidir" es transitivo, está incompleto porque no se especifica cuál es el objeto de la decisión, el objeto directo. Se trataba de no decir lo que se quería decir para que no se levantara ninguna tempestad: ante cualquier objeción formal siempre se podría aludir a que "simplemente se quería votar", como lo dijeron una y otra vez. No se trataba exactamente de un engañabobos, porque nadie se lo creía; pero colar, coló. De modo similar, tanto por ser truco lingüístico como en el contenido de la unicidad, nos encontramos ahora el problema del encaje (que tal vez precise ser más fino que si fuera lagarterano) de Cataluña en España por mor de su "peculiaridad". Y vamos: ¿qué peculiaridad tiene la peculiaridad de Cataluña, que la hace ser diferente de las peculiaridades de las Bardenas o de las Hurdes, o de cualquier otra provincia o pueblo de Andalucía, o de la misma Andalucía en su totalidad, y que exige un encaje específico para Cataluña y no para el resto de las zonas que he citado? En el fondo, ¿qué se esconde en este caso detrás de esa especificidad? Me duele decirlo, porque utilizan esa palabra no solo algunos catalanes, sino personas de otros ámbitos de España, pero detrás de tal término se esconde la palabra "superioridad". "Ellos" no son como los andaluces, o los gallegos o los aragoneses. Se trata de un clasismo que a nivel intrasocial creíamos desfasado, pero que en estas comparaciones interregionales tiene (¡qué pena!), plena vigencia. No sé si seré demasiado riguroso, pero se da un mirar por encima del hombro desde determinadas comunidades autoconsidereadas "naciones" hacia las otras comunidades que, pobres, no tienen categoría para tanto.

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