Sople usted, por favor

Hay toda una leyenda urbana con trucos ante un control de alcoholemia que …nunca funcionan

Hay toda una leyenda urbana con trucos ante un control de alcoholemia que …nunca funcionan. La cifra de fallecidos en carretera es el caballo de batalla de la Dirección General de Tráfico, pero pese a las campañas informativas, el número de accidentes mortales como consecuencia del consumo de alcohol y drogas no ha dejado de aumentar. De hecho, según el Instituto Nacional de Toxicología los fallecidos en accidentes de moto y coche superaban los niveles de alcohol y drogas permitidos, un hecho que multiplica por nueve los riesgos. Todavía son muchas las personas que no dudan en ponerse al volante, después de haber consumido alcohol y algún tipo de droga, y además, en utilizar trucos para evitar dar positivo en los controles. Pero en lugar de informarse para estar dentro de la legalidad, muchos prefieren, para no dar positivo en un control, recurrir a trucos que no tienen ningún éxito. Según un estudio realizado por una afamada y televisiva aseguradora casi tres millones de conductores reconocen haber utilizado alguno de ellos. Los más usados y nada infalibles son:

Comer granos de café. Esto no funciona como reductor del nivel de alcohol. Esperar unas dos horas. Serían necesarias muchas más horas.

Masticar chicle. Como con los granos de café, no reduce el nivel de alcohol. Beber mucha agua. Serían necesarios bastantes litros. La orina ayuda a evacuar el alcohol y limpia la sangre.

Vomitar. Con eso se elimina el alcohol del estómago, con lo que no se incrementa el nivel de alcohol en sangre

Hacer ejercicio. No reduce ni un miligramo los niveles de alcohol.

Beber aceite de oliva, es inútil y además bastante desagradable.

Los agentes encargados del tráfico han presenciado en miles de ocasiones cómo se seguían estos trucos, y también otros mucho peores. Entre los más descabellados que se han llegado a ver se encuentran algunos como masticar césped, lamer baterías de litio, chupar monedas de céntimos por su contenido en cobre, colocar la lengua pegada en el paladar mientras se sopla o morder cubitos de hielo.

Muchos también creen en el truco insensato de combinar el alcohol con drogas como la cocaína, lo que en realidad está aumentando el riesgo de accidente. Pero lo único que funciona de verdad es el slogan "Si bebes, no conduzcas" y así se recuerda al gran Stevie Wonder o conducir con una tasa de alcohol "cero", que sería lo más sano.

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