Suenan los tambores

Susana Díaz ya marcó el tablero, utilizando muchas señales para confundir las percepciones del enemigo

Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro. Si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra. Si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla. Palabras de Sun Tzu, te leemos general. Ya en el siglo V a. C. este militar chino mostraba sobre el papel la sabiduría que adquirió en el campo de batalla, siendo muchos los estrategas políticos que beben estos días de su libro para encarrilar los comicios electorales que se avecinan los próximos meses.

Las primeras elecciones, las andaluzas. Susana Díaz ya marcó el tablero, utilizando muchas señales para confundir las percepciones del enemigo -y la del electorado- al objeto de hacerles temer su terrible poder ¿Por qué nadie vislumbra un posible cambio del establishment rancio andaluz de San Telmo? ¿Por qué la calle, ante estos comicios y aún sin pistoletazo de salida, solo siente hastío, hartazgo y desánimo? ¿Será porque, salvo traspaso de votos del PSOE a Ciudadanos, no se espera el tan anhelado y necesario relevo partidista del gobierno andaluz? ¿La corrupción en Andalucía no cuenta, y en otros lugares sí?

Si hablamos de las municipales, la dinámica cambia completamente. De lo general, se pasa a lo particular, al gestor directo, al que evalúa el pueblo, en la prosperidad, en la sociedad armoniosa, en la manera ordenada de vivir. Ahí es donde se gana la guerra.

Si hablamos de europeas, cualquier cosa puede suceder. Pasó en las últimas, con la irrupción de nuevas fuerzas políticas, y ocurrirá en estas. Las encuestas hablan de Vox, ese partido del que reniegan unos, intentar obviar con disimulo otros, y vilipendian los demás, las llamadas izquierdas, particular e irónicamente Podemos, cuando es el primo hermano de aquél, no solo en el gusto por llenar el Palacio de Vistalegre, sino por manejar idearios políticos tan reaccionarios y rechazables como los de Vox. Estos por la derecha, Podemos por la zurda supremacista moral, execrable como cualquier supremacía.

¿Y las generales para cuándo? Uf. Mientras el señor Presidente pueda, olvídense. Aunque el electorado lo pida, olvídense. Ni con agua hirviendo. La Moncloa es un terreno clave, muy ventajoso para Pedro Sánchez, porque ya lo tiene, y también muy ventajoso para el "enemigo", que ansía conquistarlo. Señores, el poder es "mu" malo.

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