Utopías posibles

TAREAS URGENTES PARA EL NUEVO CURSO

Hemos de ser capaces de cambiar nuestros hábitos de vida y de consumo, exigiendo que se haga a gran escala

Alas puertas del nuevo curso, a punto de comenzar a preparar las aulas, hacer el papeleo preceptivo, distribuir grupos, horarios y empezar con el estrés propio de los meses venideros, es bueno que nos detengamos un segundo a plantear lo realmente urgente, importante e imprescindible para este año que empieza.

Voy directamente al grano. Es imprescindible que, como docentes, tengamos claro nuestro posicionamiento político. No me refiero a esa especie de "Madrid-Barça" o "Sálvame Deluxe" del Congreso de los Diputados, sino a la POLÍTICA con mayúsculas, esa que piensa en el bien de toda la ciudadanía. Los derechos humanos y la democracia, aun con sus imperfecciones y mil interpretaciones, son lo "menos malo" que hemos podido construir como sociedad. Independientemente del partido político al que votemos, deberíamos defenderlos con uñas y dientes.

Abrir los centros educativos a la participación democrática y directa de toda la ciudadanía debería ser nuestra primera labor. No vale "tomar apuntes" sobre democracia y luego vomitarlos en un examen, mientras las decisiones se toman de manera unilateral y hay una marcada jerarquía basada en el autoritarismo. Las futuras generaciones tienen que ser conscientes de que no nos queda otra que implicarnos activamente en el bien común, no solo cada cuatro años, sino en el día a día, en nuestras acciones y pequeñas decisiones cotidianas, exigiendo a la vez que se respete y promueva la participación, por parte del poder.

Por otra parte, es urgente retomar y reconstruir en el aula el discurso de los derechos humanos. El derecho a la vida, el derecho a la educación de todas las personas (solo posible con la educación pública), el derecho a la libre circulación… están constantemente cuestionados en nuestra sociedad. Da igual que estemos en clase de matemáticas, francés o música. Hay mil oportunidades en el aula, cada día, para tratar estos temas. Es inútil dejar estos temas exclusivamente para el día de la paz o el día de la constitución.

Otra preocupación urgente se refiere a nuestro papel en cuanto al medio ambiente. Si seguimos a este ritmo de deforestación, calentamiento y contaminación, los niños y niñas que tendremos este curso lo pasarán francamente mal en el futuro. Hemos de ser capaces de cambiar nuestros hábitos de vida y de consumo, exigiendo también que se haga a gran escala. Tenemos nueve meses por delante para ello.

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