Tabernas subvencionadas

Si los bancos en crisis fueron rescatados, razón de sobra para subvencionar tabernas que eviten la despoblación

El espléndido relato con que Sergio del Molino levanta La España vacía podría compartir argumento si la referencia fuera algunas comarcas rurales del estado federal de Baviera, en Alemania. Aunque resulten distintas, o singulares, las medidas que se proponen para atajar el despoblamiento. En muchos pueblos que no llegan al centenar de vecinos, los cincuentones son los jóvenes y el servicio más requerido la farmacia. Por eso provoca desconcierto que cierre la botica cuando el ejercicio del farmacéutico queda más cerca del muy generoso altruismo que del legítimo y necesario sustento profesional. Y hasta se advertirá el tráfico de cartillas y recetas sanitarias hacia la farmacia que esté a menos kilómetros a la redonda. Otra cosa sería, sin embargo, que tales farmacias rurales contaran con una subvención pública a fin de salvaguardar su servicio en zonas rurales, evitar la marcha de los vecinos y, sobre todo, propiciar nuevos moradores. No con farmacias, pero sí con cervecerías, propone hacerlo la Unión Social Cristina (CSU) bávara, casi hermana de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU), de la canciller Merkel. Es decir, se plantea que en cada pueblo, además de una tienda, debe permanecer abierta una taberna y, de ser necesario, incluso mantenida con dinero público. Los vecinos no habrían de renunciar, por ello, al cumplido hábito cotidiano de tomarse unas cervezas en la taberna como lugar de encuentro y reunión que asegure, se dice, la existencia del pueblo. Es más, cabría un rescate público de las cervecerías, del todo justificado y bastante menos oneroso que el realizado con los bancos en crisis. Téngase en cuenta, asimismo, que "biergarten" es un jardín de la cerveza, a modo de terraza típica de Baviera donde prácticamente no se sirve otra cosa que cerveza. En los más tradicionales, los asiduos concurrentes pueden llevar y consumir su propia comida y solo abonan la no poca cerveza que beben. El carácter de jardín se debe a la presencia de árboles, entre los que se colocan mesas y bancos de madera, nada de sillas de plástico apilables, sombrillas, suelos de cemento o comida rápida precocinada. Interesantes razones históricas justifican el carácter del "biergarten" como lugar social. La antítesis de los "no lugares", de tránsito fugaz, despersonalizados e inválidos para procurar la identidad. Luego las tabernas subvencionadas pueden evitar la despoblación rural, sin que hagan falta sesudos argumentos antropológicos.

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