SI Frits Bolkestein hubiese estado el lunes en Sevilla, se habría tenido que guardar de los taxistas del lugar. Claro que nadie en ese gremio conoce a este político liberal holandés, que fue comisario europeo de Mercado Interior bajo la presidencia de Romano Prodi, y promovió la directiva de liberalización de servicios públicos. Los taxistas españoles no están dispuestos a aceptar que se liberalice su sector. Y los de Sevilla, menos todavía; con un argumento añadido, que podría ser razonable: sobran licencias desde que se aumentaron para la Expo'92. Eso dicen los interesados, aunque una encuesta de portal hoteles.com situaba a los taxis de Sevilla como los menos disponibles de España, en febrero de 2008.

El mismo sondeo, sin ánimo de señalar, convenía que los taxistas malagueños eran los más simpáticos del país. La cordialidad es gratis: los taxis de Málaga son más caros que los sevillanos, según otra encuesta, ésta de la federación de consumidores Facua, de este verano. En esa investigación, el ranking andaluz de taxis por su precio, del más barato al más caro, lo encabeza Cádiz, seguida de Almería, Jaén, Huelva, Córdoba, Sevilla, Granada y Málaga. Ya ven el arte de los malagueños: los más caros y los más simpáticos.

En el capítulo de la simpatía los taxistas sevillanos cotizan a la baja en el aprecio popular. No es razonable que hagan una huelga salvaje tras otra, bloqueando la ciudad y dejándola desasistida de un servicio esencial. Pero, nada, ni servicios mínimos, ni la lluvia, ni las señoras mayores cargadas de maletas que llegan a la ciudad por tren o avión han ablandado el espíritu antiliberal de los taxistas de la capital de Andalucía.

Si quieren menos licencias, las podrían comprar ellos: sin embargo pretenden que las paguen los contribuyentes. Así cualquiera. Me pregunto cuántos tienen más de una licencia o más de dos, o más de diez. ¿Hay alguno con más de veinte? He aquí el campo en donde puede empezar la protesta y el recorte. ¿Es legal acaparar licencias de taxi? ¿Es legal establecer un dominio exclusivo sobre el aeropuerto? ¿Es legal secuestrar el tráfico de una ciudad durante una mañana entera? Nada de esto es legal, ni razonable. Estamos ante un mercado nada transparente, en el que no hay libertad de entrada, ni un verdadero control de la calidad del servicio: hay coches que están en magnífico estado y otros tienen asientos desvencijados o carecen de aire acondicionado.

Uno de los argumentos de los taxistas españoles en su protesta de la semana pasada es lo cara que está una licencia. Se entiende que en el mercado negro. En Oviedo ha llegado a costar 300.000 euros. Y en Madrid, 200.000. Si el negocio es tan ruinoso, cómo pueden pagarse estas cifras. No sé si esto lo arreglaría el señor Bolkestein.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios