El medio y el ambiente

Teletrabajo

Pero se ve que me he perdido algún eslabón de la cadena evolutiva y me he quedado más antiguo que el hilo negro

Conocí la práctica del teletrabajo durante mi primera visita a la UE. El tema me llamó la atención, pero luego, ya de vuelta en España, recapitulando sobre el mismo, llegué a la conclusión de que allá por los 70's era una práctica muy extendida por la Universidad de Granada: "hoy no voy a clase porque me quedo en el piso estudiando, ya que tengo los apuntes del año pasado." Y como no se llevaba tanto el tema de la innovación, no reivindicamos esta mejora en las relaciones docente-discente y, como consecuencia, puse en peligro mi aprobado de Inorgánica en junio, porque don Juan de Dios no valoraba igual que yo mi no aparición por clase. La de vueltas que da la vida.

Pero ahora ya está instaurado ese tema: hay video-conferencias, hay firma digital, se pueden intercambiar documentos protegidos, en fin: todo a favor del teletrabajo en determinadas profesiones como la de universitario, y en oficios tales como los de diputado y ministro, y el de presidente del gobierno.

Pero se ve que me he perdido algún eslabón de la cadena evolutiva y me he quedado más antiguo que el hilo negro. Antes, cuando el gobierno convocaba elecciones, los susodichos oficios seguían en sus puestos pero "en funciones". Vamos, como las farmacias de guardia: por si hay una urgencia. Pero ahora me dan la impresión de que les ha pasado lo que a los estudiantes que van a septiembre y no dan ni golpe en todo el verano y luego quieren prepararse los exámenes en los días de después de feria. Digo esto porque "han metido el turbo" y tienen a los funcionarios y a las fotocopiadoras, todo el día "pariendo" decretos y similares. ¡Como si el mundo se fuera a acabar!. Se ve que no conocen el aforismo: "lo urgente no te deja hacer lo importante", que enseñan en las clases de las escuelas de negocios.

Necesito citar a Sabina: "Y yo que no soy más / listo ni tonto que cualquiera, / a mis cuarenta y pocos / tacos, / ya ves tú,.../... igual de calavera, / igual que antes de loco / por cantar,/ por cantar el blues / de lo que pasa en mi escalera .../... por cantar el twist / de las verdades verdaderas .../... Por cantar… una rumba gitana y canastera. / Por cantar… loco por incordiar a los horteras. / Por cantar… hasta que salga el sol por Antequera. / Por cantar… camino de la Habana una habanera. / Por seguir… dando el cante hasta el día que me muera."

Y también necesito afirmar que en la vorágine en que nos encontramos, porque entre todos nos han llevado, lo que una gran parte de la sociedad queremos es vivir a ritmo de Allegro pero no de marcha.

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