Libertad Quijotesca

Temor y asombro

La política nos atañe a todos, nunca coto privado de los partidos. Debemos exigirles autocontrol

Dónde reside el poder en España?, ¿dónde localizamos el núcleo de su latido? Nadie puede escapar del alcance de las relaciones de poder, por eso la política nos atañe a todos. La destrucción sistemática de la Educación, y la domesticación vía subvenciones de la Cultura en España, han tenido y tienen como objetivo primordial inocular en nuestro imaginario colectivo; que la política es coto privado de una selecta oligarquía que entiende de tiempos políticos, estrategias, gobernanzas, propagandas y equidistancias. Solo se puede participar en la vida pública de nuestra Nación desde la militancia en partidos políticos, o en las organizaciones que ellos autoricen. La Sociedad Civil participativa y responsable de su ciudadanía, por lo tanto, del gobierno de España, no debe prosperar. Establos, no Ágora. Queridos lectores ¡y como gustan de usar la palabra dialogo! Abracadabra: todos nuestros problemas se solucionarán con más voluntad política, dialogo y transversalidad. Platón no gana para disgustos. Vivimos un año terrible condicionados por una pandemia devastadora. La enfermedad se está llevando por delante toda la cosmética que disimulaba los graves defectos de nuestra Democracia. Despreciar el mérito y tolerar, e incluso aplaudir la pillería, lo torticero, lo falso; se paga siempre más que caro. Temor y asombro destilados en mentira; esa es la forma en la que se gobierna nuestra Nación. Como evidencia de este desastre un eslogan propagandístico insoportable: "Salimos más fuertes". Nunca olvido lo que me dijeron en distintas ocasiones y puntos geográficos: "hay que votar al partido (el que tocara) porque, al fin y al cabo, es el que nos da de comer". Rebelión sin paliativos ante esa monstruosidad totalitaria. Eso no es la Democracia, sólo una fea y zafia caricatura del Estado de Derecho y Obligaciones Mutuas. Han pervertido tanto el sentido, significado e imagen de la autoridad, que parece que nos es ajena. Ante esta brutal decadencia, no dejo de escuchar: ¿Qué podemos hacer? Tenemos un ejemplo claro y cercano: el esfuerzo de nuestros mayores durante la Transición. Exigirnos todos veracidad ante lo que somos. Recordar cuando tomamos la iniciativa como Sociedad Civil, y salimos todos a una por Miguel Ángel Blanco. No vivir de espaldas a nuestra Historia. Manuel Azaña escribió un discurso en 1938 titulado "Paz, piedad y perdón". Aprendamos por qué.

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