Tiempo de héroes

El presente nos llama, el futuro nos aclama, es tiempo de convertirnos en los héroes de nuestra generación

De Oceanía a Europa, desde Asia hasta América; de la civilización olmeca a la egipcia, de los romanos a los vikingos ha existido siempre el mito del héroe (en adelante también heroína). El héroe se caracteriza, de modo transversal a la cultura donde se gestan sus hazañas, por comenzar siendo un tipo normal viviendo una vida corriente.

Esta cotidianidad es sacudida por la llamada a la aventura. Comienza a suceder algo extraordinario que impele al personaje a movilizarse. Sin embargo es frecuente que esta primera llamada sea rechazada. Nuestro personaje suele tener miedo y trata de eludir la responsabilidad que se cierne sobre él. En todas las historias es común que, progresivamente, el pre-héroe vaya comprendiendo la dimensión del desafío que se le presenta. Así, ya convencido de que el destino lo aboca a un único camino, acepta el reto y comienza un viaje que a la par que físico suele discurrir también de modo interior.

Es también frecuente observar como el camino está jalonado de numerosas pruebas. Se suelen añadir personajes secundarios; unos ayudarán y otros causarán problemas añadidos. El héroe superará con éxito muchos de estos obstáculos y también fracasará en otros. Pero siempre aprenderá y seguirá avanzando con determinación.

Al fin el héroe se alzará con la victoria. Vencerá sobre el mal, sobre el desorden o la misma muerte y deberá regresar a su mundo original con un don que entregar al resto del mundo. Jasón regresó con el Vellocino de oro, Prometeo trajo el fuego divino desde el mismo cielo y Caperucita libró al mundo del malvado lobo además de resucitar a su abuela.

Las leyendas sobre retos superados son tan antiguas como la humanidad. Las grandes gestas forman parte de todas las culturas y épocas de la Tierra. Aguarda en nuestro interior la semilla del héroe puesto que hemos crecido abrazados a este mito. Los tiempos que corren no son distintos a los ya fueron. Por eso todos tenemos la capacidad de convertirnos en ese personaje que al principio tiene miedo, luego acepta, lucha, crece y finalmente retorna vencedor a su mundo, regalando dones.

Corren tiempos inciertos donde las circunstancias nos gritan a voz en cuello. Muchos escucharán la llamada, otros la reuhirán pero todos viviremos las consecuencias de nuestras decisiones. El presente nos llama, el futuro nos aclama, es tiempo de convertirnos en los héroes de nuestra generación, ¿qué respondes?

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