Trabajadores quemados

La recuperación del empleo, tras la crisis, empieza aumentando las horas extras

En un momento de euforia adquirí un frigorífico de superalta gama. Los americanos, que hacen estudios de todo, afirman que, en la nueva realidad del mundo globalizado, con la clase media desarbolada solo habrá sitio para la alta gama y el low cost. Lo del medio desaparecerá y es un ejemplo de la creciente desigualdad social. Retornando al asunto de mi frigorífico. En América triunfa uno que dispensa agua caliente. El mío también lo hace. Como, por desgracia, esta no era una de las aplicaciones con las que venía, concluí que se había estropeado. Vamos, que no enfriaba. Llamé a la empresa y mandó al técnico. Primer problema: demasiado caro para tirarlo y la reparación no era barata. Había pasado a estar vinculado al frigorífico como si de una hipoteca se tratara. El técnico me aconsejó reparar. Un técnico que solo tenía una semana de vacaciones al año y aún no las había disfrutado. Eran las dos de la tarde y trabajaba diez horas al día. Curioso, me dije, porque los servicios públicos de empleo tienen registrados 7.000 demandas de personas con FP media y superior. Algunos habrá que sepa de electrodomésticos y puedan aliviar la carga de este hombre, pensé para mí.

El técnico cambio un motor. Se fue. El frigorífico se conecta a internet y vete tú a saber que paginas visita cuando no estoy. Pero su función primera, conservar los alimentos, seguía sin hacerlo. Volvió el técnico. Más casando aún. Esto es que le falta una pieza. Ayer era el motor y hoy una pieza, pero estaba agotado. Al día siguiente pondría la pieza, de una a dos de la tarde. Al día siguiente no vino, se le olvidó. Estaba superado por el trabajo. Suma días, tira productos. Total, cuatro días. Un solo empleado más hubiera servido para acabar todo en un solo día. La recuperación del empleo, tras la crisis, empieza aumentando las horas extras. Después cuando ya con eso no basta, se contratan más personas. Tenemos una reforma laboral que permite modificar desde el salario a la jornada, contratar a tiempo parcial, tener un empleado un año en período de prueba, cambiarlos de ciudad, mantener contratos temporales y reducir el coste de despedir fijos, subvencionar la contratación de jóvenes, la de mayores. Pues, así y todo, no se contrata en número suficiente para atender con corrección los negocios. Tal vez no solo sea falta de formación del trabajador, tal vez falte formación empresarial.

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