Desde mi experiencia

José Miguel Ponce

Trabajo y calidad de vida

Es necesario que las empresas sean conscientes de que los trabajadores son seres familiares

Dime cómo distribuyes tu tiempo y te diré cómo es la sociedad en la que vives. Con esta premisa, cada vez más voces lamentan que el frenético ritmo de vida contemporáneo mantenga a los países ricos enganchados a la productividad y el consumo. Sin embargo, fenómenos como el de los "millonarios del tiempo", la Gran Dimisión, las semanas laborales de cuatro días, los avances en conciliación o la ética del cuidado indican un cambio de tendencia.

La pandemia del coronavirus está llevando a más gente a convertirse en "millonarios del tiempo", que son los que valoran su tiempo libre al menos tanto como el dinero que tienen en su cuenta corriente. En la práctica, son personas que han elegido trabajar y ganar menos, para vivir mejor.

Las manifestaciones actuales de esta elección son variadas: desde el repunte de abandonos voluntarios del mercado laboral durante un tiempo -fenómeno que en Estados Unidos se conoce como la Gran Dimisión o la Gran Renuncia-, hasta las reducciones de jornada, las reinvenciones profesionales, las jubilaciones anticipadas o la pura y simple determinación de trabajar de otra manera. Son personas que dan la prioridad a la calidad de vida sobre su situación económica.

Es necesario que las empresas sean conscientes de que los trabajadores son seres familiares, con necesidades imprevistas que atender; el reconocimiento de la vulnerabilidad al que invita la ética del cuidado, el convencimiento de que no es posible tener más hijos, pasar más tiempo con ellos y atender mejor a nuestro mayores.

Mientras las empresas sigan orientadas a su rentabilidad, los trabajadores tienen que coordinarse, además, con el horario de las escuelas de sus hijos, con el de las tiendas y servicios, con las distancias entre su lugar de trabajo y sus hogares, etc. Su capacidad de ser flexibles está ligada a sus compromisos con otras personas y es probable que varíe a lo largo de su vida laboral. De ahí la propuesta de cambiar la forma en que concebimos el tiempo ya que nos daría más posibilidades de armonizar el trabajo con el cuidado y la creatividad.

Unas condiciones laborales más flexibles permitirán mejorar la calidad de vida de los trabajadores y evitar el estrés que produce el planteamiento actual. Esta flexibilidad facilitaría horarios y condiciones de trabajo para atender adecuadamente las responsabilidades familiares y sociales. Así se haría compatible el trabajo y una mejor calidad de vida.

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