Trabajo, pan y justicia

Nada nuevo que enseñar. Mismo perro, con diferente collar. Pero lo que es trabajo, pan y justicia, nada de nada

Lo cierto es que todo es muy bonito cuando te lo pintan. Nos hacen creer a nuestra costa que todo es posible. Digamos que, en un intento de menospreciar el sistema, nos inculcan que todo se puede cambiar fuera del sistema. Está claro que dentro de la concepción burguesa es normal que se piense de esa forma. ¿Quién si no va a ser el depositario de cambiar el sistema si el pueblo no tiene la formación y los estudios necesarios? - afirmación real en una cafetería en cualquier lugar de una ciudad. Y eso es porque nunca han sufrido en sus huesos la marginalidad del sistema. Nunca han estado al borde del abismo. Nunca han sido carnaza de nada, de nadie. Digamos que es fácil inventar un mundo a su justa medida, cuando realmente nunca se ha estado dentro de él.

La nueva moda de esto que algunos quieren llamar "Desobediencia Civil" o las mismas "Caceroladas" que amenizaban las tardes de libertad y revolución, cuando no tienen responsabilidades públicas y que cuando llegan al cargo de turno llaman a la cordura y a la mesura, siempre ha existido. Lo advirtió Foucault. La única diferencia que existe es que ya no hay ningún fantasma pasándonos la cuerda por el cuello. Quizás por ello nos hemos acomplejado y hemos suprimido el compromiso con lo real, la necesidad de premiar la excelencia, venga de donde venga, que no otro resultado que de la exigencia y la responsabilidad. Nos pavoneamos por ahí, sacando pecho y proclamando que, para ímpetu, los del pato o de la pata. Más grandes y con más sabor. Todo esto era lo mismo que hacíamos cuando aún corríamos por aquellas calles de aquel barrio obrero. Todos estos gestos eran los mismos que articulábamos entre aquellas calles. La única diferencia que existía de aquellos años con respecto a los de ahora es que vivir dignamente era el único fin. Y que, en estos momentos, quienes lo hacen ya se han olvidado de dónde venían. Ahora el estereotipo es otro. Mas casual, más cercano, más popular, más pueblo llano, para así poder granjearse el favor y la pleitesía de los más jóvenes y humildes, para conectar con ellos y ser los más aptos del parque de chiquillos, perdón, de la escena que políticamente corresponda. Y sinceramente, nada nuevo que enseñar. Mismo perro, con diferente collar. Pero lo que es trabajo, pan y justicia, nada de nada.

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