En Memoria

Rocío Fernández Zamora

LA UE, LAS PYMEs Y VON DER LEYEN

Sin duda la UE pasa por un momento crítico, quizás el de mayor fragilidad desde su creación

Sin duda la UE pasa por un momento crítico, quizás el de mayor fragilidad desde su creación, pues, a los defectos estructurales que se le reconocen, como la falta de una unión fiscal, a los de funcionamiento a los que se enfrenta, entre otras cosas, por las distintas características, velocidades y necesidades de los Estados miembros, y al declive de Europa, se le añaden hoy el Brexit y sus impredecibles consecuencias, un eurorechazo al alza, los desafíos del recrudecimiento de la guerra comercial entre EE.UU y China y unos retos globales cada vez más complejos e hiperconectados, como el propio mundo.

Y esta fragilidad se sintió en el discurso social, feminista y humano que la nueva, y primera, presidenta de la Comisión Europea dio con motivo de su candidatura. Así, Von der Leyen pidió, emotivamente, cohesión, lucha y movilización por Europa, alertando del peligro para la supervivencia de la UE que traen las soluciones unilaterales a los retos globales; Si queremos seguir unidos, dijo,"hemos de redescubrir, en primer lugar, nuestra unidad".

Y esos retos globales llenaron la sala: digitalización, demografía, desigualdad, derechos humanos, desaceleración y globalización de la economía, desempleo y cambio climático, como el reto más urgente, fueron algunos de los protagonistas de su discurso y los destinatarios de ambiciosos compromisos entre los que estuvo uno dirigido a aquellos cuyo esfuerzo mantiene la economía, las PYMEs, y con el que mandó el mensaje de que la UE seguirá su hoja de ruta, con o sin el Reino Unido: El de completar la Unión de los Mercados de Capitales iniciada en 2015.

Un compromiso este verdaderamente ambicioso ya que implica, entre otras acciones, eliminar las barreras transfronterizas a las inversiones y una gran armonización legislativa y que, de resultar viable y configurarse un mercado claro, ágil y eficazmente supervisado podría ser un buen estímulo para estas empresas que verían ampliadas sus opciones de financiación como una fuente, se anuncia, de bajo coste financiero y, de consolidarse como un mercado atractivo para invertir, reduciría no solo el coste de la financiación bancaria por competencia, sino también, y lo más importante, la gran dependencia de los bancos que tienen las economías europeas, configurándose así un necesario contrapeso frente a futuras crisis. Diversificar para resistir.

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