Desde mi experiencia

José Miguel Ponce

Universidad: ¿Para qué?

En mi opinión, la Universidad ha de servir a la Sociedad y ser así un factor clave que influya y transforme su entorno

H ACE unos días he estado en Alcalá de Henares, donde he vuelto a visitar su Universidad, en la que estuve los últimos 25 años de mi vida como profesor universitario. Después de hablar con varios profesores, he recordado una pregunta que siempre me ha preocupado ¿para qué existe la Universidad?

En mi opinión, la Universidad ha de servir a la Sociedad y ser así un factor clave que influya y transforme su entorno. Solo así puede colaborar de forma importante a construir una sociedad con unas características, que sean las adecuadas para mejorar tanto a la personas como a la sociedad. La Universidad no es un fin en sí misma, no se justifica por sí y para sí, sino para el fin al que tiene que servir.

La Universidad debe tener claro que sus actividades son la docencia e investigación. Estas actividades son las que mejor van a servir a sus miembros y a la sociedad. Por lo tanto, es importante que no se olvide de cómo va a enriquecer a la sociedad. Para ello la formación de los alumnos, sigue siendo un medio por el cual la Universidad cumple una parte importante de sus fines.

Si queremos que la Universidad sirva a la sociedad, por medio de sus alumnos, además de transmitirles conocimientos, ha de desarrollar en ellos capacidades y actitudes, cimentadas en principios y valores consistentes, porque los conocimientos, con ser importantes, lo son menos que las competencias o capacidades y que éstas a su vez, lo son menos que las actitudes.

¿Por qué?: porque muchos de los conocimientos que se adquieren están en permanente evolución, de tal modo que, al cabo de unos años de salir de la Universidad, fácilmente están desfasados. Además, si el alumno cambia de actividad profesional, esto le obligará a la adquisición de nuevos conocimientos y actitudes. Por tanto, los alumnos necesitan están preparados para actualizar los conocimientos constantemente por sí mismo (es decir, aprender a aprender) de lo contrario se verán desorientados en una sociedad que cada día cambia a mayor velocidad. Por eso, lo importante no es enseñar, sino enseñar a aprender.

Para lograr esto, los profesores han de actualizar sus planteamientos docentes, sus objetivos formativos y la metodología que emplean. En este sentido, resulta conveniente insistir en la mejora de la formación pedagógica del profesorado, que los llevará a conocer las estrategias de aprendizaje que pueden seguirse en las diferentes disciplinas, para aprender más y mejor.

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