dos atletas en apuros

paco Gregorio / pablo Laynez

Va por Argar y por mi tía Mari Si lo sé, echo unas chanclas

COMPAÑERO Laynez, hay una historia que tal vez desconozcas pese a 7 años compartiendo redacción. Cuando apenas había soplado 4 velas mi abuelo Gregorio, que me dio nombre, falleció por culpa de un cáncer de pulmón fulminante. Años después, mientras cursaba Periodismo durante la adolescencia, Felicidad (mi madre), superó un cáncer de mama. Aquellos dos episodios me marcaron profundamente y estoy convencido de que forjaron mi carácter y personalidad. Hace un tiempo le oí a María Belén -mi mujer- que la enamoré por ser una persona alegre, con lo que una de mis metas se veía cumplida. Ayer, mientras corría por el Paseo Marítimo y la arena de la playa que casi se nos atraganta (parecía cross o campo a través), recordaba esas vivencias y a los niños de la Asociación Argar, auténticos héroes a los que dedico mi carrera. A ellos y a mi tía Mari, que en la actualidad lucha con toda su alma sin bajar la guardia contra otro maldito cáncer de mama que estoy convencido vencerá, al igual que ya hizo su cuñada. Ellas constituyen la mejor inspiración para mi día a día.

SUFRIDO Gregorio, hoy hemos vuelto a demostrar que, gracias a Dios, seguimos jóvenes y sanos. Está claro que cuando un ser querido padece cáncer, tú también lo tienes. Mi abuelo y mi abuela compitieron, pero no ganaron esa carrera que disputaron el uno a principio de los 90 y la otra recién pasado el efecto 2.000. Nuestro amigo el Sextante sí que tenía claro que tan importante es participar como ganar, y ahí lo tenían ayer corriendo como si le hubiera pedido matrimonio una exnovia tinerfeña que se echó en tiempos universitarios. La carrera me ha gustado, me ha recordado a mis tiempos mozos cuando nos íbamos al final del Paseo Marítimo a hacer barbacoa a la misma arena sobre la que hoy corríamos. Lástima que a Costacabana no pueda llegar la prueba, allí si acaso hacemos montañismo porque han salido a flote rocas sepultadas desde el paleolítico. Bueno, a ver si el año que viene corremos tres [muñeco guiñando el ojo del WhatsApp]. Y no lo digo por Chari que ella sólo corre cuando ve ofertas en el Corte Inglés...

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