Ni flores

Pablo Martínez-Salanova Peralta

Vedette

LO siento pero no puedo. Desde que se anunció su fichaje por el Madrid, me prometí a mí mismo que no iba a odiar a Cristiano Ronaldo. No iba a darle ese gustazo, pero este hombre ha conseguido que yo sienta lo que jamás pensé que podría llegar a sentir: cariño por Raúl. Bueno, dejemóslo en lastimica.

No me importa que el Real Madrid gane, pero por Dios que no cuele el calorro. Yo lo llevaba bien, pero me ha durado poco. Era capaz de admirarle como el buen futbolista que es, pero actitudes como la que tuvo cuando falló el penaltiles contra el Almería, hacen que su personalidad trascienda sobre su profesionalidad, y ahí, pues me cae gordo.

El tito Clemente (sigo pensando que tendría que haber venido a entrenar al Almería. No sé si nos salvaría del descenso, pero unas risas nos íbamos a echar seguro) le calificaba el otro día de soslayo como una vedette. No puedo estar más de acuerdo. La verdad es que se puede entender. A mí me tendría yo que ver siendo joven, guapo, multimillonario y aclamado por las masas, pero eso tampoco le justifica. El rubio de Barakaldo elogiaba a Messi por ser un tío humilde pese a tener exactamente lo mismo que Cristiano, salvo porque es lo más parecido a un Aurón que he visto en la vida real.

Ahora le han dado el premio al mejor gol del año pasado. Un golazo, todo hay que decirlo. Pero, ¿el mejor? Eso es muy discutible, porque para gustos colores. Pero parece que si no se cuida a este hombre y se le tiene contento, se vaya a acabar el mundo. Vale que es muy mediático y que el mundo del fútbol se deja arrastrar por las modas. Pues que no se fijen mucho en este calorro, porque un día aparecemos todos con una gorrilla rosa de lado en plan rapero.

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