Versus

Sé que triunfan, el Céspedes, el Calavera y otros en el Cervantes cada semana, pero no soy de teatros

Calvo o Vico, Cánovas o Sagasta, Castelar o Salmerón, Galdós o Pereda, Lagartijo o Frascuelo, Gayarre o Masini, Beatles o Rolling Stones, Real Madrid o Atlético de Madrid, azul o rojo, blanco o negro, carne o pescado, la mitad de los españoles se sienten impelidos a opinar lo contario de lo que opina la otra mitad, viva la radicalidad y los extremos, muera la mixtura y la compatibilidad, todo menos lo que yo piense es incompatible. Pepe Céspedes o Paco Calavera. Pepe Céspedes no se llama Pepe Céspedes. Cuando empecé a escuchar a Pepe Céspedes por la radio, le llamaban José Luis López Villalobos, y yo decía, joer, cómo se parece la voz a la de Pepe Céspedes. Y tanto, que era Pepe Céspedes, y ya no sé si Pepe Céspedes es realmente José Luis Villalobos o José Luis Villalobos es realmente Pepe Céspedes.

El caso es que Céspedes o Villalobos, tanto monta, asciende al cielo del almeriensismo (el del fútbol no, por favor) más almeriensista, es decir, va a dar el pregón de la feria. Y usted, querido lector, a qué monologuista prefiere, a Pepe Céspedes o a Paco Calavera (que tampoco se llama Paco Calavera). O uno u otro, no se puedes ser probo y canalla al mismo tiempo. Juan José Millás le decía a Sabina que Sabina realmente era una persona de orden y que auguraba una vida feliz y serena para Sabina y su pareja, despreciando todas las tormentas anteriores, como un preboste que con el catecismo en la mano llama a la buena conducta. Hijo mío, yo sé que tu corazón prefiere a Céspedes, la estabilidad, el buen tono, la seguridad, la familia y el humor blanco. Y además sale en la radio. Y además el alcalde lo ha pregonado como pregonero de la feria.

Yo sé que prefieres la tranquilidad del humor correcto antes que el humor y la vida que me lleva el Calavera. Por cierto, hace tiempo que no veo al Calavera y no sé que vida lleva. Tampoco lo sabía antes pero soy español y si lo vi dos veces en los bares digo te veo siempre en los bares. Ya no lo veo en los bares, es más, ya no lo veo.

Sé que triunfan, el Céspedes, el Calavera y otros en el Cervantes, cada semana pero no soy de teatros. A lo mejor ya no va a los bares, sólo a los teatros. En los teatros los borrachos no interrumpen tirando las copas, no dan gritos. El teatro es la sensatez, la estabilidad y la buena familia. Este año vamos a elegir a un monologuista para que dé el pregón, a quién, al Calavera, no, mejor al otro.

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