Viéndolas venir

La curiosidad por saber qué hará el Gobierno para reducir la precariedad y ayudar a los parados es grande

Aquí estamos, esperando un Gobierno. Si fuera de coalición será una novedad y si, además, tiene a Podemos en el Ministerio de Trabajo lo novedoso cede ante la expectación. ¿Se lo imaginan? Si cuaja, pronto las ruedas de prensa explicando la subida del paro -o la bajada- tendrá argumentos diferentes. Pues bien, entre los que esperan están no ya los ciudadanos de Almería, al fin y al cabo, están los de toda España. Sino, más en concreto, los parados de larga duración. Esos a los que desde hace casi diez años, cada cierto tiempo volvemos la vista en esta columna.

Hemos comentado otras veces que la evolución del desempleo de larga duración es indicador de quienes son los perdedores de las crisis. Los líderes políticos, como no puede ser de otra manera, dicen que esta vez nadie se quedará atrás. Sabemos que no es así, pero no nos gusta desilusionarles haciéndonos los escépticos. En Almería la evolución de ese tipo de desempleo fue dolorosa. Desde el inicio de la anterior crisis ese tipo de paro fue creciendo desde representar apenas el 9% del total -me refiero a los desempleados con más de dos años sin trabajo- hasta llegar hace un año a casi e 27% del total. Si añadimos a los parados que llevan más de un año, resultaba que cuatro años después de iniciada la recuperación el 43% de ellos estaba en esa franja que convierte en complicada la vuelta al mercado laboral.

La posibilidad de seguir parado aunque haya puestos de trabajo vacantes y la recuperación del empleo avance tiende a aumentar con el paso del tiempo. No descubro nada nuevo con esta afirmación. En nuestra provincia ese porcentaje empezó a disminuir desde hace un año. Aunque debemos preguntarnos la razón. Que puede no ser tanto el hecho de que esos desempleados salgan hacia el empleo, como que salgan hacia la jubilación y a que debido a unas relaciones laborales caracterizadas por contratos de corta duración y un continuo entrar y salir del paro, el porcentaje de desempleados que llevan menos de 3 meses sin trabajo vaya ganando terreno al resto. Pues bien, en esto Almería ha vuelto a los niveles anteriores a la crisis. Hoy el 16% de los parados lleva menos de un mes sin trabajo. Pero, insisto, eso es porque probablemente tengan varias colocaciones el mismo mes. Es decir, la precariedad mejora los datos estadísticos.

Total, que la curiosidad por saber qué hará el Gobierno de coalición para reducir la precariedad y ayudar a los parados de larga duración, es grande. Deseémosles acierto.

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