Visión de futuro

Han pasado 19 meses para que Fernández-Pacheco anuncie medidas mezcladas y en relación al plan

Almería necesita de un plan estratégico que marque su futuro a corto, medio y largo plazo para acabar con la rémora para su progreso que ha supuesto la falta de modelo de ciudad de los gobiernos del PP en el Ayuntamiento. Los socialistas nos comprometimos con ese proyecto prioritario en nuestro programa electoral y seguimos exigiéndolo, ya como principal partido de la oposición, desde el inicio del mandato actual hasta que el alcalde aceptó la idea, aunque a regañadientes y sin convicción. Fue en julio de 2016 y no tuvo opción, porque a la presión ejercida se sumó la necesidad de distinguirse en algo del predecesor que lo colocó a dedo y la realidad evidente de que otras capitales cercanas, como Málaga, ya han andado ese camino con éxito. A partir de ahí, tocaba un proceso ordenado, dinámico y flexible de participación ciudadana. Vamos, lo que viene a ser la puesta en marcha de un plan estratégico por definición de manual. Pero dentro de la gestión caótica del actual gobierno municipal, las cosas pocas veces transcurren como deberían.

Han tenido que pasar 19 meses desde aquel julio para que, de golpe, Fernández-Pacheco anuncie tres medidas mezcladas y desordenadas en relación al plan. Es como si más que interesarle el objetivo, el alcalde se acabara de acordar de que en un año y cuatro meses hay elecciones municipales y de que, entonces, tiene que tener un documento que presentar. Dos años y medio ha sido tiempo más que suficiente como para abrir el plan a la participación y al consenso con el mayor número de almerienses. Ha habido tiempo de sobra como para articular mucho antes las mesas de expertos y el papel del Consejo Social de cara a que los sectores económicos y agentes sociales aporten su saber sobre Almería. Lo que se necesita es ese diagnóstico, en el que es obvio que la falta de infraestructuras de comunicación es un lastre, y no las prisas del Partido Popular por pagar 110.000 euros a una empresa que entregue al alcalde un borrador de plan, justo antes de las elecciones, ni la contratación de un gerente cuando aún no hay nada por gestionar. La ciudad del futuro, la de todos, tiene que salir de un proceso que se haga bien, de modo planificado y tomando como protagonista a la sociedad. Por eso, el alcalde tiene que anteponer en este asunto los intereses generales de Almería a los suyos propios y a los de su partido. En esa exigencia estará siempre el PSOE.

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