República de las Letras

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Quieren esclavos. Para cambiar eso, tu voto es necesario. Por tus derechos, VOTA

Que la derecha es tramposa, lo sabemos desde siempre. Pero no deja de ser sorprendente la pericia y la creatividad de que hace gala para burlar la democracia. Hasta ahora, el PP había ganado elecciones dopado económicamente. Su corrupción sistémica con Aznar y Rajoy, sus sucesivos y cada vez más profundos, sofisticados y graves escándalos financieros, dotaban al partido de fuentes inagotables de dinero que vertía a ríos en las campañas de sus líderes. Así ganaron unas elecciones tras otras en todos los ámbitos territoriales. Y así llegaron al poder aquellos corruptos en cuyas manos estaban nuestro trabajo, nuestras pensiones, la educación de nuestros hijos y la sanidad de todos. Algunos, mientras, decían que lo tenían claro: preferían que les robaran los suyos.

Ahora, en esta campaña electoral, los gurús que asesoran a los políticos han sofisticado sus trampas: se meten de incógnito en nuestro ordenador o nuestro móvil, por medio de las redes sociales, para aconsejarnos no votar. Dicen esos gurús que si es legal, tienen derecho a hacerlo. Para ellos la falta de ética no cuenta. Son los que han aconsejado a Trump y a Bolsonaro, y están inmiscuidos en las negociaciones del Brexit, así que para qué decir más. Sus mensajes perjudican a todos menos al Pp. No seré yo quien acuse a este partido de semejante falta de ética, de semejante trampa, de semejante bajeza. Pero, oiga, qué raro, ¿no?

Mientras, los otros van gestionando, mal que bien, la deriva que el capitalismo mundial va tomando, ha tomado ya, hacia nuevas formas de esclavitud. En un futuro no lejano todo el poder en el mundo laboral lo tendrán los empresarios, los financieros, las compañías y sociedades. El concepto de trabajador que vendía su fuerza de trabajo -Carlos Marx dixit- estará, lo está ya, tan devaluado que casi no tendrá más derecho que el del mero vivir. Sus derechos a la vida familiar, a la cultura, al ocio, a programar mínimamente su futuro, a educar a sus hijos, etc., etc., dependerán absolutamente de su sometimiento a horarios, a jornales y a condiciones impuestos por la empresa. A todo esto responde la llamada mochila austriaca, la creación del Instituto Nacional de Datos para vender tus datos a las empresas, y el despido libre con nueve faltas de asistencia al trabajo, por muy justificadas que estén por enfermedad.

Para cambiar todo eso, ahora más que nunca, tu voto es necesario: VOTA.

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