Luces y Razones
Antonio Montero Alcaide
Escaparate y banco
Aún hoy, analistas e historiadores no aciertan a precisar las causas concretas de las dinámicas diplomáticas que llevaron a la I Guerra Mundial (1914-1918). En España, más dados a la anécdota, especialmente si es trágica, siempre se dijo que el motivo fue el atentado de Sarajevo. Ahora, esas dinámicas nos pueden llevar a situaciones de alto riesgo internacional y, quién sabe, lo mismo un día nos preguntemos cómo pudimos llegar a eso.
Se aproximan tiempos difíciles para las democracias. El auge de los fascismos, con Trump a la cabeza, augura situaciones que ya se han vivido en la Historia, aunque con otros actores. Si ocupa de nuevo la Casa Blanca, a pesar de haber sido condenado por 34 delitos y, por lo tanto, considerado por un tribunal como delincuente, la democracia americana se verá deteriorada, corrompida y debilitada, y, como nuevo Hitler, impulsará –lo hace ya– el fascismo internacional.
Son muchos ya los países occidentales amenazados por la alianza entre derecha y extrema derecha. Incluso Alemania, que debía estar vacunada contra eso, e Israel, cuya gran parte de la población sufrió en sus carnes la barbarie del Holocausto. Hasta en Francia, cuna de la revolución burguesa que acuñó las libertades constitucionales y los Derechos Humanos, se perfila el asalto fascista a la democracia.
En España, mediocres como siempre en los momentos cruciales de la Historia en que se ventila el futuro político en libertad o en dictadura, los fascistas españoles acuden a felicitar a Netanyahu por las masacres de palestinos en Gaza, a fin de desagraviarlo por el reconocimiento del Estado Palestino. ¡Y luego llaman traidor al presidente del Gobierno en el Congreso! Mientras, los insultos y la violencia política se están desatando como en Alemania en los años 30 –una autoridad regional llama hijo de puta al presidente– y ya están siendo normalizados, justificados y hasta ignorados por una derecha conservadora cutre, antigua, desfasada, ignorante y montaraz que ansía recuperar el poder a costa de lo que sea. Algún día, como digo, nos preguntaremos cómo pudimos llegar a eso. Hitler alcanzó el poder ganando elecciones. A Milei le votó más de la mitad de los argentinos. A Trump le van a votar en noviembre. Por una vez en la Historia, adelantémonos a los acontecimientos. Cerremos el paso al fascismo ahora, con nuestro voto el próximo domingo. No sea que nos arrepintamos después.
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