De tan abajo que veníamos

Oiga, señor Moreno, que adelantar a Madrid en inversión sanitaria no tiene ningún mérito

Entrevistaba Àngels Barceló a Juanma Moreno en la Ser y éste sacaba pecho con lo invertido en Sanidad: ya no somos los últimos por autonomías. Entonces la periodista le cortó: "¡Pero es que venían de muy abajo, presidente!". Seguro que fue el momento más feliz de Juanma en toda la campaña, ni a Fernando VII se las ponían tan fáciles, porque ¿quién ha gobernado Andalucía durante casi cuarenta años? Ahora bien, el hecho de dejar el último puesto para situarnos en el penúltimo, no tiene ningún mérito: sólo hemos adelantado a Madrid, que es una comunidad en premeditada caída libre en todos los parámetros: inversión, camas, médicos de familia y demás, por cada mil habitantes. "¡Pues en Madrid es donde están los mejores hospitales, chincha y rabia!". Sí, señora Ayuso, y en Barcelona, y alguno en Sevilla, y en ellos se hacen esas complicadas operaciones que salen en los telediarios, y a pacientes no sólo madrileños, sino de todo el país, pero lo que cuenta es la atención en la primaria, las demoras para los especialistas, las esperas para intervenciones del día a día (caderas, hernias, cataratas y un largo etcétera), y en eso el País Vasco, que no tiene ningún hospital entre los diez primeros, va en cabeza, pese a ser un país oprimido, que cuando sean independientes van a tener una sanidad de 'ahivalahostia, oye'.

La última ocurrencia de Ayuso ha sido la de los centros de salud sin médicos, el no va más, si se anuncian coches sin conductor y aviones sin copiloto, ¿por qué no ambulatorios sin doctores? Según el protocolo, cuando en un consultorio no haya médico, atenderá el personal de enfermería, y el día que tampoco haya, ¿será el administrativo y el de limpieza? Luego supongo que privatizarán la primaria y habrá 'médicos automáticos': "Introduzca su tarjeta y pulse los síntomas". Por ahí quiso llevar Teresa Rodríguez a Moreno en el debate del otro día, pero éste se zafó. Le tenía que haber contestado: "Oiga, seré del PP, pero a esa señora ni me la nombre", habría ganado muchos votos, pero se lo prohibirá algún protocolo de Génova. Por lo demás, esa ley de equidad sanitaria cuyo proyecto ha aprobado el Gobierno para, entre otras cosas, limitar privatizaciones, parece que tendrá tantas excepciones que algunas autonomías se la pasarán por ahí.

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